–Cerca de 400 toneladas se apilan en Centro de Acopio–
Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Bien dice el refrán que del árbol caído se hace leña, y éste le cayó muy bien a la familia de José Luis González, quien acudió al centro de acopio municipal en donde yacen casi 400 toneladas de restos de árboles que el 17 de mayo derribó una tromba.
Hasta este lugar ubicado en 15 de Septiembre y prolongación Tecnológico, llegó Víctor González con varios integrantes de su familia para escoger los troncos que sirvan para hacer leña y procesarlos para elaborar carbón y comercializarlo, así como avivar los hornos para procesar ladrillos.
La leña es apilada por trabajadores municipales que la recogen de diferentes lugares de la ciudad, esperan a los carboneros y leñeros para ser recogida y luego procesada, y con ella ayudar al sustento de sus familias.
“Nos la llevamos hasta el kilómetro 14 y allí la quemamos para hacer fuego y hacer ladrillos, y de repente sale un mezquitito para leña y lo separamos, pero este es el primer viaje que hacemos y lo llevamos a un rancho en donde estamos, y ahí juntamos la leña para quemarla y hacer ladrillos”, explica Víctor mientras toma con sus manos una enorme rama para aventarla a la caja de su vehículo.
Junto a él otro integrante de la familia toma una sierra manual para cortar en pedazos los gruesos troncos, y hacer más fácil su transporte hasta el kilómetro 14.
Este lugar es una ‘minita de oro’ para quienes se dedican a este oficio a punto de desaparecer de la ciudad, pero para la familia de Víctor es una oportunidad para hacer algo de dinero una vez que procesen la leña.
A bordo de una vieja camioneta Víctor y otros cuatro jóvenes apilan la madera que consideran servirá para hacer la leña y el carbón, y la suben a la caja del vehículo cuya carga amenaza con volcarla hacia uno de sus lados, pero eso no impide que sigan cargando más en este su primer viaje a este centro de acopio.
Es temporal
Ricardo Javier Martínez Hernández, director del área del Medio Ambiente municipal, menciona que este lugar es temporal, y que allí se llevan todos los restos de árboles que fueron derribados durante la tormenta del 17 de mayo, pero dijo que no hay fecha para retirar esta enorme montaña de desperdicios de árboles.
Sin embargo, reconoció que existe el peligro de un incendio, ya que en los primeros días del acopio ocurrieron dos connatos que fueron sofocados, y porque mucha gente llega en camionbe3tas a depositar restos de árboles que aún se encuentran derribados en calles y viviendas.
“El ciudadano que tiene árboles derribados en sus domicilios puede venir a dejarlos a este lugar”, comentó el funcionario.
Además de las casi 400 toneladas de restos de árboles, unos 70 camiones de volteo se han llevado una parte al Centro Municipal de Residuos de la Construcción, que se ubica por el Radial 3, y se trata de un lugar autorizado por el municipio adonde se llevan estas ramas y pedazos de árboles.
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