Juan Rodríguez
AUSTIN, Texas – A tan solo un día de que entre en vigor la decisión de Greg Abbott de reabrir Texas al 100%, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que Texas debería esperar un aumento tanto de las infecciones como de las muertes por COVID-19.
La decisión del gobernador Abbott de levantar todas las protecciones estatales contra el COVID-19 que quedaban, incluido el mandato de la máscara, fue condenada por líderes y expertos en salud de todo el país, incluido el presidente Biden.
Ante esta situación, Gilberto Hinojosa, presidente del Partido Demócrata de Texas declaró que “Lo que Greg Abbott está haciendo es extraordinariamente peligroso y va en contra de todos los consejos de los expertos y de la decencia humana. A partir de mañana, los tejanos no tendrán restricciones estatales que los protejan del coronavirus, todo porque nuestro gobernador quiere distraer su pésima respuesta a la crisis de las tormentas invernales”.
Y agregó que “en el último año, más de 44.000 tejanos murieron de COVID-19 debido al liderazgo fallido de Abbott. El mes pasado, los tejanos murieron congelados en sus casas porque Greg Abbott no hizo su trabajo. Ahora, el intento de Abbott de desviar la atención de sus fracasos sólo causará la muerte de más tejanos y retrasará aún más la recuperación de nuestro estado”.
“El patético e insensible esfuerzo de Abbott por trasladar la culpa de las nuevas infecciones de COVID-19 a los inmigrantes es racista y fracasará por la sencilla razón de que los tejanos saben la verdad: la gente está muriendo en todo nuestro gran estado por culpa de Greg Abbott”, aseguró.
Días después del anuncio de Abbott, los CDC publicaron un nuevo informe en el que se refuerza la importancia de las recomendaciones sanitarias anteriores, como el enmascaramiento universal y la evitación de espacios interiores no esenciales, para prevenir aún más los picos y seguir avanzando en la lucha para contener el virus.
El informe también afirma que permitir que se cene en los restaurantes se asoció con un aumento de las infecciones y muertes diarias por COVID-19.
Como informó el Houston Chronicle el viernes, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, hizo el siguiente comentario sobre la imprudente decisión del gobernador Abbott: “Ya hemos visto esta película antes: Cuando las medidas de prevención, como los mandatos de mascarilla, se revierten, los casos aumentan”.
Muchos han señalado que el estado aún no está preparado para levantar todas las protecciones contra el COVID-19, ya que la gran mayoría de los tejanos aún no están vacunados.
De hecho, Texas ha vacunado completamente a menos del diez por ciento de su población y ocupa casi el último lugar en vacunación estatal, según datos de los CDC.
La semana pasada, Houston fue la primera ciudad del país en la que se confirmó la presencia de las principales cepas de COVID-19.
El gobernador Abbott ha centrado ahora su atención en el presidente Biden en su intento de culpar a los demócratas de lo que seguramente será una nueva oleada de casos de COVID-19 en todo el estado.
Sus acusaciones más recientes son que el Presidente Biden y su administración están liberando a los migrantes que son positivos para COVID-19 en las comunidades del sur de Texas. Pero, como informó el Texas Tribune, no sólo son falsas estas acusaciones, sino que Abbott rechazó la financiación federal para proporcionar pruebas de COVID-19 a los inmigrantes que llegan a Texas.
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