Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera ofreció una breve conferencia de prensa en la que se presentó como administrador de la Diócesis de Nuevo Laredo mientras el nuncio apostólico en México nombra un nuevo obispo en el término de los próximos cinco meses.
Dijo el religioso que aceptó ser el administrador apostólico de esta Diócesis, pero aclaró que no habrá cambios en la actual organización sacerdotal, aunque mencionó que de ser necesario hará cambios en donde más se necesite.
El religioso no estará de manera permanente en esta Diócesis, ya que deberá atender asuntos que le competen como arzobispo en la ciudad de Monterrey, por lo que su ausencia será notoria, y algunas de las tareas serán atendidas por un religioso acreditado para ello.
“Seré responsable de los asuntos de la diócesis de Monterrey, pero también de lo que llamamos la provincia eclesiástica de las cuatro diócesis de Tamaulipas en Matamoros, Nuevo Laredo, Victoria y Tampico; las dos diócesis de Coahuila en Piedras Negras y Saltillo, y las dos Diócesis de Nuevo León en Linares y Monterrey”, mencionó.
Rogelio Cabrera cuenta con 10 años como arzobispo de Monterrey, y es el actual presidente del Episcopado Mexicano, por lo que debe estar al pendiente de los cambios de todos los obispos, y como un acto de obediencia y de disponibilidad.
“Como administrador apostólico tengo algunas tareas que debo revisar. Tengo que animar la oración para pedir un nuevo obispo para que los presbíteros y los sacerdotes sigan activos en la evangelización porque la iglesia debe continuar siempre, y por eso cundo hay una vacante por muerte o por traslado de inmediato se tiene que proveer de dos maneras, a través de un administrador diocesano o de un administrador apostólico”, explicó.
Para Rogelio Cabrera esta es la quinta ocasión que le toca ser administrador apostólico, y dijo que ayudará a los sacerdotes a que cumplan con la visión que tiene la Iglesia Católica en los municipios mencionados.