En Morena están convencidos de que ganan las elecciones con cualquier candidato que impongan, no importa que sea impopular, que no haga campaña y que no tenga dinero.
Solo así explica que en Nuevo Laredo el partido guinda se haya decidido por tres candidatos a diputados locales que no traen nada en el morral, a lo que ahora se suma el que en Victoria se haya roto la coalición y que Morena se la va a jugar con Eduardo Gattás –el peor alcalde del país, según muchas, demasiadas encuestas- y que el Verde y el PT le apuestan a Jorge Tico García.
Si en Nuevo Laredo se respira el olor de la derrota con los diputados locales, igual pasa en Victoria, donde Gattás y García van a dividir el voto y beneficiarán a Oscar Almaraz que en el 2021 le rompió el espinazo a Morena y ganó la diputación federal.
El rompimiento de la alianza de Morena con el Verde y el PT fue la gota que derramó el vaso y exhibió lo mal que operó el proceso interno de Morena, el delegado del CEN en Tamaulipas, Mario Llergo, que en unas pocas semanas dejó cadáveres en Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo y Victoria.
Los que no quedaron de candidatos acusan a Llergo de haber vendido candidaturas y la gran pregunta es si lo hizo a mutuo propio o lo hizo en complicidad con el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.
Ademán de que no se operó correctamente las designación en los municipios, Llergo tampoco se ocupó de hablar con los perdedores para sumarlos al proyecto de los seleccionados.
Caso muy diferente es el de Tampico, donde Morena se decidió por la hermana del gobernador Américo Villarreal, pero luego se operó, desde el gobierno del estado, para sacar la de la contienda a Magdalena Peraza y que no fuese de candidata a diputada local por ese distrito, lo que ayudaría a darle votos a la candidata del PAN a la alcaldía, Rosa González Azcárraga.
Ciertamente ya pasó la mejor época de la señora Peraza, no en balde no logró la reelección en el 2018, pero de que conoce el tema electoral ni duda cabe y seguramente habría sido de gran apoyo para Rosa González.
La forma en que se está operando Tampico debió aplicarla Morena en los 43 municipios y los 22 distritos, pero no fue así porque se cayó en la soberbia de creer que la marca Morena está muy fuerte y que gana las elecciones, sin importar los rivales.
A ver si no le dan un susto, por andar de confiados, como le pasó a Francisco García Cabeza de Vaca en el 2021, cuando impuso candidatos en las alcaldías y diputaciones locales, sin tomar en cuenta a la militancia panista, y terminó perdiendo 16 de los 22 distritos y 14 de los 43 municipios, en los que viven 4 de cada 5 tamaulipecos.
Sin ir más lejos, en el 2023, Morena cayó en la soberbia de creer que era invencible y en Coahuila impuso como candidato a la gubernatura al impopular senador Armando Guadiana que terminó perdiendo de fea manera. Ni siquiera lo pudo ayudar Ramón Gómez Leal, enviado como delegado por el CEN de Morena.