Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Para Marcelo Bernardino Martínez, un joven de 30 años de edad y originario del Estado de México, la tradición de vender artesanías relacionadas con las Fiestas Patrias se va perdiendo poco a poco, no solo en esta ciudad sino en todo el país, pero por ser un oficio que desde hace 50 años lo practica su familia, lo practica con gusto desde hace 13 años en esta frontera.
“Cada año las ventas disminuyen, pero esto lo hacemos p0ara traer a esta ciudad un poco de tradición alusiva a las Fiestas Patrias, y aunque aún es negocio las ventas han disminuido desde que llegué por primera vez a esta ciudad”, explica con claro acento nativo de las comunidades mexiquenses.
Tenía 17 años de edad cuando por primera vez visitó esta frontera, y desde entonces a la actualidad, las ventas bajaron hasta la mitad, aunque dijo que aun así hay ganancias ya que muchos de los objetos que vende son elaborados de manera artesanal por su familia.
Así, las artesanías que hacen son los muñequitos de trapo, los rehiletes, algunas banderitas y algunos colguijes para auto, artesanías que tarda en elaborar una hora, por lo que al día los integrantes de su familia pueden hacer hasta 500.
“Somos cuatro de la familia que nos dedicamos a esto, y somos solo los hermanos los que lo hacemos, tres estamos aquí, y como apenas empezamos, esperamos que las ventas fuertes inicien este fin de semana, y esperamos que la gente consuma nuestros artículos”, menciona y lo que no pueda vender, dice que lo guarda para las fiestas de noviembre.
Es de San Pedro, tierra de artesanos
Marcelo es originario de San Pedro Totoltepec, una pequeña comunidad de artesanos que pertenece al municipio de Toluca, en donde la mayoría de sus poco más de 21 mil habitantes se dedican a la elaboración de productos artesanales, entre ellas la de las Fiestas Patrias, que llevan y venden en distintos lugares de la República.
A pesar de su escaso origen étnico (1.46%), y de su escaso analfabetismo (2.66%), es un pueblo artesanal con fuertes raíces históricas, y tal vez se deba a que solo el 40% de su población cuenta con un trabajo formal, por lo que es de suponer que el 60% restante puede dedicarse a la elaboración de artesanías, combinada con algún oficio informal.
“Nuestro pueblo es un lugar en donde la gente se dedica a la elaboración de artículos patrios, y la cantidad de familias que se dedica a esto es grande, ya que de allí salen los vendedores a distintas partes del país, y puedo decir que la mayoría de las personas que salen a otras ciudades a vender artículos patrios, son de este lugar y de Toluca”, explica con orgullo.
A Marcelo lo enseño a trabajar las artesanías su padre, y a su padre su abuelo, y así ha sido por generaciones desde hace más de 50 años, y aunque algunos integrantes de su familia cuentan con estudios, la mayoría se dedica a este oficio desde que inicia el año, y lo combinan con la albañilería, para poder subsistir y comprar la materia prima de estas artesanías
“Somos albañiles, y pero yo estudié hasta el bachillerato, y me dedico a la venta de esto por temporada, y cuando no hago este oficio soy albañil”, señala mientras toma una bandera de regular tamaño para clavarla en la tierra de uno de los jardines de la plaza Hidalgo, lugar donde está instalado, y mostrarla ya expandida al público.
A diferencia de los primeros años en que visitó esta ciudad, dice que ya es raro ver a turistas extranjeros por las calles de la ciudad, y sobre todo, que le compren sus artículos, los que son vendidos entre los habitantes de la ciudad.
Al preguntarle si los productos ‘patrios’ elaborados en Chuna no son competencia, señala que no, ya que lo mexicano es de mejor calidad y de una difícil elaboración, “pero la competencia existe en cualquier lugar, pero vamos a procurar lo que se hace en nuestro país, porque lo hecho en México es mejor”, expresó y con ello terminó la entrevista.