Campañas pólíticas ayudaron algo, dice presidente–
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- A pesar de las campañas, de eventos empresariales y de renta de salones, la industria restaurantera pasó por un mal momento los primeros cinco meses del año, al registrar una baja del 30 por ciento aproximado con relación al mismo período pero del año pasado, dijo Carlos Arteaga, presidente de la Canirac en la ciudad.
“Tenemos una baja aproximada de entre un 20 y un 30 por ciento con relación al año pasado”, refirió el empresario restaurantero.
Ello se debe, dijo, a la apertura de más restaurantes en la ciudad, lo que implica una mayor competencia en este giro, además del alza en el precio de los productos de la canasta básica que provoca la escases de dinero en las personas, y a su vez que los clientes dejen de acudir a los restaurantes.
Abril y mayo fueron los meses más críticos debido a que los restaurantes, motivados por el alza de precios, tuvieron que modificar también los precios de sus alimentos en los menús y las comidas a la carta, así como de las bebidas.
Sin embargo, comentó Arteaga a pesar de las dificultades por las que atraviesa este ramo comercial, mayo fue buen mes en cuanto a ventas y servicio al consumidor, pero aclaró que solo los fines de semana ya que los demás días de la semana ocurre una evidente baja en el ingreso de clientes.
Pero también hay buenas rachas para estos empresarios, sobre todo cuando hay eventos y se solicitan algunos de los salones con que cuentan unos restaurantes, los que durante las campañas fueron rentados por los candidatos, lo que significó ganancias a los propietarios.
“Eso sí nos ayudó a los restauranteros, ya que muchos de los eventos que se celebraron durante las campañas fue en los restaurantes afiliados a Canirac”, sostuvo.
En lo que se refiere a las fallas en el sistema eléctrico de la ciudad, con los apagones que hubo, dijo Arteaga que esta situación también les afectó mucho, y que hubo momentos en que fallar la luz también falló la distribución de agua y muchos negocios se quedaron sin este servicio a los clientes, ya que tuvieron que cerrar los baños.
“La luz si la tuvimos la mayoría de los restaurantes, pero la falta de agua sí nos afectó mucho, más en el oriente de la ciudad y menos en el poniente en donde el agua tardó más tempo en llegar a los negocios”, explicó el empresario.