Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Kira no es una perrita común aunque así parezca. A sus cortos 15 meses de edad, 5 de ellos los ha pasado en un campo de entrenamiento de la SEDENA para fungir como un oficial especializado en búsqueda y rescate, detección de enervantes y dólares, según señala el soldado de caballería Álvaro Flores Ríos.
De raza criolla, bajita de tamaño pero muy activa, Kira se deja tomar las fotos al lado de su adiestrador, el cabo de caballería Florencio Zepeda Capol, quien la toma de una correa atada al cuello, ya que no está acostumbrada a estar quieta.
“Trabaja muy bien porque es muy hiperactiva, aunque apenas se está iniciando en este trabajo y aún no ha tenido alguna intervención ni detección, pero tiene buen desempeño”, explica el oficial Álvaro al señalar que el 16º Regimiento de Caballería Motorizada cuenta con seis perros adiestrados en diferentes actividades.
Cada perro, dijo el militar, tiene diferentes especialidades, desde búsqueda de rescate, explosivos, detección y localización de marihuana y todo tipo de enervantes, por lo que estos perros son muy efectivos en sus tareas.
Son entrenados en un campo especial en otra entidad, y cuando ya están listos para entrar en acción, se entregan a los diferentes cuarteles militares para ser utilizados como agentes en compañía de un instructor también capacitado.
Sin embargo, conforme van creciendo sus habilidades merman, y llega un momento en que su vida útil al servicio de la milicia, termina, y es cuando el retiro se hace necesario, por lo que son donados, entregados a una asociación civil que cuida perros, y en el último de los casos, son sacrificados.
“A veces los perros se donan a los manejadores o a veces se les sacrifica cuando ya son muy viejos o enfermos”, señala el militar.
Pero no solo los canes son adiestrados, ya que sus manejadores o entrenadores también se capacitan a la par, para entender el comportamiento y las señales de estos agentes especiales cuya arma más importante es el olfato.
Para los militares el trabajar con un can es una tarea muy importante, ya que entre ambos forman un binomio inseparable, y un perro adiestrado para detectar enervantes, es capacitado mediante la aplicación de diversos ejercicios para la localización de marihuana, cocaína y cristal, y son repetitivos para que el aroma de la droga se les quede en su memoria y puedan identificarlo posteriormente.
“A la hora de encontrarlo ellos adoptan un comportamiento diferente, y es el que señala y nos da el dato de que ya localizaron el enervante”, explica.
Los militares o adiestradores que acompañan a los canes deben estar bien adiestrados para identificar y descifrar el comportamiento de los perros al momento de detectar algo, y por lo general nunca adoptan una actitud anormal no identificable, ya que cada adiestrador conoce perfectamente el comportamiento de sus perros, con los que convive muchas horas al día.
Kira es muy lista y obediente, ya que a una señal de su adiestrados, se sienta, da la vuelta o posa para la fotografía, aunque no está muy acostumbrada a ver tanta gente, como la que había en el macro simulacro de este miércoles realizado en la ciudad, en memora de los terremotos de 1985 y del año pasado.