By Tendencias
Oscar Contreras
Al aún presidente municipal de Ciudad Victoria, Eduardo “Lalo” Gattas, se le olvida que en Tamaulipas sólo existe un Jefe Político y no tiene nada que andar haciendo en la Ciudad de México buscando que lo apoyen cuando allá saben que no cumple con acuerdos y las negociaciones que hace ni le importan.
Gattas y su pandilla siguen dando pasos equivocados, están perdidos y lo peor del caso, es que ya no saben a dónde ir, para que lo defiendan de todo lo que él mismo generó y eso ya nadie lo puede arreglar, tuvo el tiempo suficiente para hacerlo, pero su egolatría lo cegó y eso se paga muy caro.
Y es que por los pasillos del poder se comenta que Gattas a propios y extraños, les platica y asegura, que nada ni nadie lo hará renunciar de la alcaldía y con rabia señala que los regidores son una bola de ignorantes.
Por supuesto que su secretario, Hugo Resendez, siguiendo la misma línea que le marca su jefe, ha comentado que los síndicos y regidores no saben interpretar la ley y todo lo que hacen y han enviado al Congreso no trascenderá.
Con todo esto, nos damos cuenta que Lalo y su pandilla están desorientados, que se encuentran muy sacados de onda, que ya no saben sí van o vienen, aunque en el fondo sí saben lo que ocurre y entienden, que lo que sucede nada tiene que ver con la ley.
Que todo esto es más bien un tema que él mismo -Gattas- provocó al no cumplir con acuerdos y compromisos que se establecieron por lo que ahora sale con el tema de la ley, pero eso no es más que para evitar y no cumplir lo prometido.
¿Será que Gattas se creyó eso de que el Pueblo lo eligió y no le debe nada a nadie?
Es posible, vemos que se deschavetó y esto comprueba que atender desde esa esquina del 17 Hidalgo, donde se encuentra la oficina del alcalde, está embrujada y todo aquel que atiende ahí enloquece o se enloquece de poder.
El caso es que se fue a México y nos dicen que anda arrastrando la cobija por el Senado de la República, Cámara de Diputados, en la Secretaria de Educación y hasta la misma secretaria de Gobernación, pero nada pudo hacer, allá saben que en Tamaulipas hay un Jefe Político y se llama Américo Villarreal Anaya.
Así que Gattas no quiere entender que tiene solo una ventanilla a la cual acudir, aunque al parecer es posible que él mismo por su falta de compromiso la haya cerrado para siempre y ahora la única posible solución que le queda, es encomendarse a todos los santos, porque esto al parecer no se arregla ni yendo a bailar al Chorrito. ¿O sí? Pronto lo sabremos…
Cambiando de tema. El PRI de Tamaulipas tembló y pudo derrumbarse para siempre con la renuncia irrevocable de Alejandra Cárdenas quien dijo que lo hace porque “ha perdido la esencia de su ideología; está alejado de las causas sociales y de la gente. Este partido no responde a las exigencias del Tamaulipas y del México de la actualidad”.
¿Qué tal? Con su salida, el PRI se quedó sin ningún Cárdenas en sus filas y eso porque se sabe que su tío Enrique coquetea con MORENA y hasta su esposa es directora del Instituto de la Mujer en el actual gobierno.
El caso es que Alejandra tiene dos oportunidades para seguir participando, una es que se vaya a MORENA y le consigan un cargo público dentro del gobierno estatal.
La otra es que entre a Movimiento Ciudadano y que su tío Gustavo la convierta en la dirigente estatal de este partido político, ya que está a punto de renovar a sus cuadros y necesita de gente con experiencia.
Sin embargo, ya veremos qué pasa porque hay varios tiradores que buscan la coordinación estatal y ante una imposición este partido podría fracturarse tanto como sucede en el PRI.
De salida. Reapareció el constructor Antonio Carlos Valdez en un evento del gobernador Américo Villarreal Anaya y todo indica que ha vuelto a la actividad apoyado por sus hijos, pero nos dicen que no tanto como lo hicieron en la época de Geño.
Y es que después tuvieron que salir volando del gobierno porque su intención era quedarse con todas las obras, así como lo hicieron hace 30 años, cuando Antonio Carlos era el número 2 en el gobierno del otro Américo. ¿Recuerdan?…
