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Oscar Contreras
Si Trump no cumple con la amenaza de deportar a miles o millones de migrantes mexicanos y de otros países, quedará como un hablador y sabremos que los utilizó como un tema de campaña para ganar las elecciones en los Estados Unidos.
Por supuesto que en México nadie quiere que envíe a nuestros paisanos a sus lugares de origen; sus remesas de dinero que reciben sus familiares mensualmente, son la base de la economía en muchas regiones del país y sin este apoyo, volverían a la pobreza extrema que han logrado superar.
Por otra parte, los empleos y trabajos que realizan los mexicanos y migrantes de otros países, no son labores que los trabajadores norteamericanos realizan y de ser expulsados esto provocaría un problema para las empresas que les dan trabajo:
Y es que los salarios que pagan a los migrantes se elevaría, ya que los trabajadores norteamericanos cobran más por su jornada laboral lo cual elevaría el costo de la mano de obra.
Pero, además, el trabajo que realizan los migrantes no los realizan los gringos y eso también, a los empresarios y comerciantes, les complicaría encontrar quienes lo hagan.
Sin duda que Trump debe estar en un dilema para tomar la decisión de expulsar a los migrantes y habremos de estar pendientes de lo que haga, porque al final sino lo hace, quedará como un político farsante y hablador que utilizó la mentira para ganar.
Numeralia: son casi 5 millones de migrantes mexicanos que pudieran ser deportados.
Se estima que 6 de cada 10 mexicanos migrantes proceden de 10 estados: Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Chiapas, Hidalgo, San Luis Potosí y Puebla.
44 por ciento son mujeres y 65 por ciento se encuentra en el rango de edad de 30 a 54 años.
Siete de cada 10 mexicanos no autorizados en EU tienen más de 10 años viviendo en ese país.
El 72 por ciento de las personas no autorizadas se encuentran dentro de la fuerza laboral, el resto son menores de edad, estudiantes o personas dedicadas a las labores del hogar.
Trabajan principalmente en los sectores de construcción y servicios y en caso de deportaciones masivas, estos serían los principales sectores económicos afectados en la economía estadounidense.
Como se puede ver, no será fácil para Donald Trump tomar la decisión de expulsar a los mexicanos y migrantes de otros países de los Estados Unidos, pero si no lo hace, quedará como un político hablador, mentiroso y cínico y eso lo hará perder credibilidad en los norteamericanos y sus adversarios sabrán que cuando habla mucho no cumple.
Si lo hace, afectará la economía de su país en los sectores de la construcción y los servicios, provocando una desestabilización en su crecimiento y será un duro golpe para estos sectores.
Por ello, Trump está en un dilema de cumplir su promesa o no hacerlo y en el resultado de esta reflexión, está el futuro de su gobierno y la confianza que le tienen los norteamericanos.
¿Qué hará? ahí está el dilema…