Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Los migrantes que llegan a esta ciudad con el objetivo de ingresar a Estados Unidos, llegan sin dinero, muy cansados y sin ayuda, y así salen de sus respectivos países en busca de una mejor nivel de vida, y tal es el caso de los 75 personas de diferentes nacionalidades que son atendidas en la Casa del Migrante AMAR, de la que es el director el pastor Aarón Méndez.
Dijo que de acuerdo a los testimonios recogidos entre los migrantes que son atendidos, todos o casi todos tienen que pagar una cuota para poder viajar por México, y lo mismo ocurre en sus países en donde ‘pandillas’ de delincuentes los acosan y exigen dinero para salir.
“Ellos pasan la misma situación en México como cualquier migrante que sale de su país, pero la diferencia es la distancia y la escases de ayuda económica y de alimento, y sabemos que por ejemplo, en África hay países de los más pobres en el mundo, en donde hay muchas carencias, pero quienes salen de sus países buscan la forma de sobrevivir”, explicó.
Empero, aunque no lo justifica, mencionó que algunos de los africanos que están en el albergue desde hace más de dos meses, salen a las calles a pedir dinero para sobrevivir, ya que la mayoría de ellos son acosados por pandillas en su trayecto.
Como ejemplo, mencionó que una mujer de El Congo que ya se fue del albergue, narró que en Tapachula secuestraron a su hija adolescente, y dijo que la mujer confía que si logra ingresar a Estados Unidos pueda localizarla.
Dijo el pastor que para los africanos y la mayoría de migrantes, este es el estilo de vida que adoptan cuando se convierten en migrantes, “y la única forma en que han podido avanzar, es a través del pedir, y siempre hay gente que les ayuda con ropa y provisiones”, expresó.
A este albergue llegaron desde hace más de dos meses cerca de 200 africanos de Senegal, El Congo y Angola, y de ellos 150 ya no están porque fueron llamados por migración norteamericana, dependencia que les dio su acceso a Estados Unidos.