Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Durante la mañana de este martes 11 de diciembre, poco a poco los olores de las fritangas, los buñuelos, el champurrado, los chicharrones y el aroma de las flores, fue invadiendo el ambiente circundante a la iglesia de la virgen de Guadalupe, a unas horas de celebrar el primer año como Santuario.
Empero, el seco frío y el haber sido entresemana el festejo guadalupano, creó desde temprano y casi al mediodía un ambiente de soledad en derredor del templo guadalupano, lo que generó cierta angustia entre algunos comerciantes que no habían vendido nada de sus productos.
Tal es el caso de María, mujer oriunda de Michoacán que desde hace varios años viene para la venta de artesanías religiosas, principalmente de la guadalupana, imágenes que no habían sido vendidas al menos hasta casi el mediodía.
“Vengo cada año y llegué hace dos días, pero está muy solo y no hay gente como en otros años”, dijo la mujer al lamentar que sus ventas podrían ser mínimas, y comentó que a esa hora ya debería haber mucha gente y muchos danzantes.
“No he visto ningún matachín, pero talvez más tarde vengan, ya que todos trabajan, pero mire como está, todo vacío y sin gente”, le dijo al reportero tras señalar muchos espacios vacíos cerca de la entrada al templo.
Ella vende imágenes religiosas de la virgen de Guadalupe, San Judas y algunos santos, cuyos precios económicos, ya que comentó que venir de tan lejos y no vender, mejor los baja de precio.
Salvador Pérez Campos es un vendedor local de antojitos. Vende champurrado, pozole, menudo, burritos, gorditas, enchiladas, tacos, y otros antojos que ofrece en una improvisada fonda vacía de gente pero llena de muchos alimentos.
“la realidad es que no hay gente, pero el movimiento de gente empieza ya por la tarde, y esperamos mucha gente, por lo que les ofrecemos nuestros alimentos, y con este frío esperamos vender mucho”, confió.
Alexa Sánchez vende ramos de aromáticas flores que envuelve con delicadeza para que tengan buena presentación a quienes acostumbran llevarle flores a la guadalupana. Son muchos los ramos ya hechos por ella, y solo espera que la gente llegue para ofrecerlos.
Pero aún es temprano para la venta, y espera que por la tarde y noche la gente le compre sus apreciadas flores, tanto este día como el 12 de diciembre, cuan do se espera la mayor cantidad de visitantes.
“Apenas voy empezando a instalarme, y no se cuanta gente pueda venir”, explicó.
Adentro del santuario la situación fue similar; poca gente que acudió a dar gracias y a pedir uno de tantos milagros que suelen pedir los visitantes en este tan preciado día para los mexicanos.