En un virtual encuentro entre la representante comercial de EE. UU., Katherine Tai, y la Secretaria de Economía de México, Raquel Buenrostro, se elevó la advertencia de posibles aranceles a las exportaciones de acero y aluminio mexicanos. EE. UU. alega falta de transparencia por parte de México y señala que el aumento de estas exportaciones viola el espíritu del acuerdo comercial T-MEC, ya que se sospecha que el material proviene de terceros países.
Tai expresó la preocupación de EE. UU. por el incremento en el comercio de metales entre ambas naciones y destacó que, a pesar de más de un año de consultas, no se han observado acciones concretas por parte de México para frenar esta tendencia. La Declaración Conjunta de 2019 permite a EE. UU. reimponer aranceles si considera necesario, siendo una clara advertencia de posibles gravámenes del 25% al acero y del 10% al aluminio mexicanos.
México defiende el aumento de las exportaciones alegando demanda estadounidense y mayor producción local, no triangulación comercial. Sin embargo, Tai cuestiona la falta de transparencia en los datos de importaciones de terceros países, dificultando verificar si realmente se desvían metales hacia EE. UU.
La Secretaria de Economía rechazó la acusación de falta de transparencia y expresó la disposición del gobierno para compartir información. En enero, México propuso medidas como identificar el origen de productos fuera de la región y el intercambio de datos antidumping.
Analistas señalan que las tensiones comerciales podrían intensificarse, especialmente con las elecciones presidenciales en EE. UU. en noviembre. Washington busca respuestas y apoyo a su industria del acero. Aunque México parece alargar las discusiones, la paciencia estadounidense podría agotarse ante la proximidad de los comicios y la necesidad de respuestas concretas.