Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Ante la posibilidad de que la nueva caravana de centroamericanos que se estima pueda llegar a Tamaulipas para intentar cruzar a Estados Unidos, la Casa del Migrante ‘Nazareth’ se alista para recibirlos, dijo su director Julio López, quien confió que se desvíe hacia otra ciudad del norte del país, como ocurrió con las primeras caravanas.
El también sacerdote católico mencionó que se trata de situaciones atípicas de migrantes, pero dijo que como Diócesis el plan original de proporcionar apoyo y orientación a los migrantes, continuará, ÿ esteremos preparados para una posible llegada a esta ciudad, y la Diócesis dispone de cuatro inmueble, incluyendo la Casa del Migrante para poder albergar un buen número de estos migrantes, en caso de ser necesario”, explicó.
Pero hasta ahora no ha sido necesario disponer de dichos inmuebles, aunque reiteró que la Diócesis tiene toda la disponibilidad para hacerlo, con una capacidad total para 350 personas, además de lo que habitualmente recibe la Casa del Migrante.
Por lo general, este albergue se satura durante los últimos meses de cada año, cuando el Instituto Tamaulipeco del Migrante reduce sus horarios de trabajo por razones de tiempos feriados o de vacaciones, y es cuando el flujo al albergue aumenta debido a las repatriaciones que llegan a la Casa del Migrante y se tienen que quedar por varios días en la ciudad.
La caravana en mención, que cuenta con aproximadamente 5 mil hondureños, se encuentra en proceso de documentación en la frontera con Guatemala, para luego reiniciar el camino hacia la frontera, y por informes con que cuenta el sacerdote, es que caminarán por Tamaulipas, “pero lo mismo decían de las otras caravanas, pero es aún incierto porque en el último momento toman la decisión, y eso será en la ciudad de México”, expresó.
En lo que se refiere a los migrantes extranjeros que arriban al albergue y que sus derechos humanos son violentados, dijo el padre López que en la mayoría de los casos no reportan las vejaciones que sufren, aunque mencionó que en el camino algunos sufren abuso de autoridad o de maltrato de grupos delincuenciales.
“A veces son las policías estatales, a veces agentes federales, pero eso no quiere decir que todos los policías sean así, ya que a veces son también las autoridades de los puestos de control migratorio”, explicó.
Para ello, dijo que visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos visitan de manera periódica el lugar para recoger las denuncias de los migrantes, pero aclaró que muchos no denuncian porque se van pronto y se quedan sin denunciar.
La casa del Migrante recibió a 525 hondureños el año pasado, mientras que atendió a 234 africanos, principalmente originarios de El Congo y de Angola, y entre todos los atendidos suman cada día entre 60, 80 y hasta 200 migrantes en una sola noche.