Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El activista social y director de la biblioteca Tamaulipas, Heriberto Galván Franco, mencionó que así como algunas personas tienen proyectos para la defensa de diversas causas, su causa es la defensa de los monumento de la ciudad, en particular los que han sido objeto de daño, deterioro o descuido.
A través de una peculiar campaña denominada ‘Atentamente, Los Monumentos’, Galván les da voz para iniciar su rescate, su restauración, su preservación y su promoción, ya sean artísticos o de sitio o históricos, ya sean edificios u obras de arte.
Dijo que hay en la ciudad cerca de 800 obras históricas llamados monumentos, por lo que dijo que cuando alguno de esos monumentos es agraviada, se manifiesta junto con un grupo de simpatizantes de este peculiar movimiento.
El caso más reciente, dijo, es el del monumento al escritor, novelista, intelectual y político José Vasconcelos. Monumento que fue traído por el ex alcalde Carlos Canturosas, y montado sobre la calle Reynosa, “pero den la anterior administración municipal fue trasladado a otro lugar, y solo quedó el pedestal, ya que fue enviado a la preparatoria municipal José Vasconcelos “, explicó.
Dijo que su cambio de lugar se debió a un capricho, por lo que protestó algunos domingos frente al monumento a los Fundadores, “y creo que todos los monumentos han recibido el agravio del traslado, y le dan muchas justificaciones, como por ejemplo el parque arqueológico, Las Carretillas de Felguérez, el monumento al Federalismo, Emiliano Zapata. Cada alcalde que llega viene con una idea de trasladar estos monumentos a otros lugares, y la locura fue el traslado del monumento a los Fundadores”, lamentó.
Es por eso que dijo Galván que se opone a la actitud de traslado y de agravio que sufren los monumentos de la ciudad, ya que a su juicio, si se sigue con el traslado de los monumentos, se está utilizando un ‘borrador’ que daña la conciencia y la formación cívico-patriótica, así como el sentido de identidad nacional.
“Y esto ocurre cada vez que alteramos o movemos un monumento por los caprichos de un alcalde”, señaló.
Mencionó que existe un prontuario, la Ley Nacional y la Ley Estatal de Monumentos, además de los acuerdos municipales, que forman entre todos el marco legal que los rige en cuanto a su establecimiento y conservación.
Consideró que antes de mover o trasladar un monumento se debe consultar a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública, a la sociedad civil y a las instituciones de servicio, ya que al cambiar los monumentos se tienen que reformar algunos escritos, crónicas y libros que indican una ubicación y ya no es la misma.
“Pero hay que ser irónicos ante el nepotismo del poder que tienen los alcaldes, porque algunos alcalde han sido irónicos ante esta realidad”, expresó Galván.