By Cuentas Claras
Javier Claudio
Hacía tres puntos cardinales aparece el desdén, ahora ya una burla de la SCT
- – . Presumen a la ciudad como “Capital Aduanera” cuando la verdad dista mucho
- – . Adormilamos en pedir lo que por derecho nos asiste; sin embargo, nos callamos
Por Javier Claudio
Claroscuro. – La violencia en carreteras se impone como otro girón de la inseguridad que agobia al país sin que al momento sirvan de algo plantones y marchas en contra de esta problemática que aqueja al sector autotransporte de carga. Esto es cotidiano y el caso de ayer fue un nuevo intento de robo en el que perdió la vida el operador por oponerse en hechos registrados en el estado de Hidalgo. Acentúa esta problemática al crecer el número de operadores que evade “correr” hacia el interior.
Clarificando. – La crisis en seguridad es seria para el autotransporte de carga, solo que, al darse con mayor frecuencia hacia el sur del país, aquí los representantes hacen efectivo aquello de “calladitos se ven más bonitos” y pasan por omisión la solidaridad. Aquí el único que hacía acopio de sigilo para no pasar desapercibida esta crisis fue el entonces presidente de la Central de Servicios de Carga de NLD Luís Morena Sesma (+) al advertir habría problemas para trasladar mercancía a la frontera.
Claridades. – Y la burla parece peculiaridad de la SCT y más aún para Nuevo Laredo que evidencia complicidad con los últimos diputados federales, asemejando las entradas a la ciudad como sendos monumentos a la socarronería y el olvido, como así sería la cuestionada Autopista N. Laredo-La Gloria y la Báscula de Pesos y Medidas de SCT, amén del descuido en el mantenimiento de la Carretera Nacional. Todo esto jamás se atendió, ah, pero la obra del vecino N: León arrasa camino desde hace cuatro años.
Claro que sí. – Vivimos el colmo de la burla; nadie que pertenezca a los ONG´S hace escuchar la voz para demandar, al menos el cumplimiento de lo que nos pertenece, como es la transparencia de operación de la cuestionada Autopista N. Laredo-La Gloria. Otra más; por qué pagar todavía una cuota “recuperadora” de la inversión en la Autopista Monterrey-N. Laredo, cuando la verdad ya fue pagada y todavía peor, se establece en lo oscuro otra concesión por 30 años más para el pago de peaje.
Clarín. – Es vergonzante que Nuevo Laredo aparezca amurallado en obras inútiles, caprichosas e inconclusas en tanto se insista en presumirla como la “Capital Aduanera”. ¿Por donde empezamos?; hacia el poniente aparece el Libramiento MexII “mocho”, el que ya ha costado varias vidas de choferes de carga. La parte poniente no escapa, pues según tendría una autopista de Cd. Victoria a N. Laredo y quedó trunca al llega a Miguel Alemán. Otra más, el deteriorado tramo bajo el Libramiento MexII.
Aclarando. – Más todavía, la vieja Garita del Kilómetro 26, ruta deprimente, sin luz suficiente y estacionamiento clandestino de camiones de carga, para sí convertirse en toda una amenaza al tránsito de vehículos ligeros. El Gobierno de Nuevo Laredo la solicitó en comodato para transformarla en una imagen digna de una primera aduana nacional, pero recibió rechazo de la SCT al argumentar que esa área ya estaba cedida a INDAABIN y esta misma dependencia del Gobierno Federal confirmó la negativa a Nuevo Laredo y esto sin existir proyecto alguno para rescate y remozamiento.
Claro que no. – No podemos estar culpando constantemente a gobiernos anteriores o partidos políticos de los males que nos aquejan bajo disfraz de “justicia simulada”, inmisericorde hasta la ignominia y dejando a un lado que la última palabra la tiene el pueblo. Pasamos por alto toda oportunidad de exigir lo que realmente requiere la ciudad y que además por derecho debemos hacer valer. Estamos para exigir, con valor y frente en alto, no para que nos ofrezcan llanamente y todavía así agradecer.
Sabía usted que. – Los atropellos a la ciudad, no solo reclaman más cautela al elegir entre quienes aspiran a gobernarnos, sino ser más exigentes, participativos y vigilantes de un buen gobierno. Basta de saqueos y quiebras impunes, como los sucedidos en los fideicomisos del Centro Histórico, Reservas Territoriales (32 millones de pesos) y el Puente III, que no sólo debe abarcar a más culpables sino aplicar justicia. En cada caso se han repartido como corsarios el botín, bajo solapa de alcaldes, diputados y omisión ciudadana.
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