Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- A raíz del endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos, las deportaciones por Tamaulipas, y en particular por Nuevo Laredo, aumentaron este año, de acuerdo a reportes del Instituto Tamaulipeco del Migrante, que hasta junio tuvo un registro cercano a los 20 mil mexicanos atendidos, lo que representa la mitad de todos los deportados por Tamaulipas; Reynosa ocupa el segundo sitio con el 25 por ciento de atenciones.
En ese contexto, un reporte elaborado por la Casa del Migrante ‘Nazareth’, de esta ciudad fronteriza, indica que al igual que el organismo estatal, este albergue ya superó las cifras obtenidas el año pasado, al haber atendido a 6 mil 897 personas, entre mexicanos deportados y migrantes que provienen del sur del país y de países como Guatemala, El Salvador y Honduras, principalmente.
A diferencia de años anteriores, en que este albergue atendió a más migrantes que deportados, actualmente las cifras se han revertido, al contabilizar más del 50 por ciento de atenciones a mexicanos deportados que a migrantes de otros países o mexicanos del sur de México.
Las cifras indican que de seguir la misma tendencia, al final del año la cantidad de atenciones pudiera superar las 10 mil, y la mayoría serían mexicanos deportados, toda vez que de las 6 mil 897 atenciones ofrecidas hasta julio de este año en la Casa del Migrante, 5 865 fueron mexicanos deportados de Estados Unidos, y solo mil 42 fueron migrantes provenientes del sur con intenciones de cruzar el río Bravo.
El informe de las autoridades del albergue indica que del total de atenciones, la mayoría fueron hombres y solo una mínima parte mujeres, aunque entre ellos 332 fueron menores que llegaron a esta ciudad acompañados del algún adulto, algunos de ellos fueron detenidos al momento de cruzar, otros en el trayecto, y unos más ya estando con sus familiares en Estados Unidos.
“Cuando son deportados los niños, llegan al DIF muy lastimados psicológicamente, porque algunos vieron morir a la personas que los cruzaba por el río, pero también llegan muy lastimados de sus pies de tanto caminar, otros llegan lesionados y golpeados”, explicó un empelado del sistema DIF de esta frontera.
Asimismo, se menciona en el informe que la mayoría de las personas atendidas fueron de Honduras, pero también hubo ciudadanos de África, con 160 personas.
Sin embargo, cifras de organismos civiles y comerciales, indican que debido a que muchos de los migrantes no pueden cruzar o son deportados, al menos un 50 por ciento decide quedarse a ‘vivir’ en las comunidades fronterizas en busca de potra oportunidad, lo que genera mayores gastos a los municipios, algunos de ellos no cuenta con suficiente presupuesto para su atención, por lo que vagan en las calles pidiendo ayuda y mendigando, otros se insertan las redes de la delincuencia