–La información fluye muy lento–
Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En una intensa y agotadora jornada poselectoral, el recuento de votos de las 567 casillas instaladas para las elecciones del dos de junio continúo este jueves de manera lenta por funcionarios del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam), y por representantes de los partidos políticos y sus abogados, mientras algunos observadores dan fe de lo que se realiza en las instalaciones del Consejo Municipal Electoral.
Aunque sin que alguna autoridad ofrezca información de lo que se hace al interior del recinto que sigue custodiado por una gran cantidad de elementos de la Guardia Nacional y la Guardia Estatal, el conteo de cada paquete electoral continuará para posiblemente terminar la noche del viernes o la tarde del sábado, según trascendió.
En la puerta del recinto luce pegada una ‘sábana’ con los resultados obtenidos el 3 de junio, sin que sea modificada con los resultados que poco a poco surgen de la revisión de cada urna y de cada boleta.
Los resultados preliminares y no oficiales surgen poco a poco y son dados a conocer de manera discreta a los militantes de cada partido que de manera paciente esperan afuera del recinto.
La espera es tediosa, muy lenta y agotadora para los militantes y directivos de cada una de las alianzas, cuyos integrantes se solidarizan incluso entre sí, quienes intercambian agua, algo de alimento y la confianza de que sus respectivas candidatas obtendrán el triunfo una vez que termine el recuento.
Apenas se abre la estrecha puerta metálica de inmediato se acercan morenistas, panistas, verdistas, priistas, petistas, periodistas y uno que otro curioso, pero no hay encono ni rencor entre ellos, solo la ilusión de que su respectiva candidata sea la ganadora, ya que oficialmente la candidata ganadora será oficialmente reconocida por las autoridades electorales cuando le sea entrega el acta de mayoría.
Nadie se mueve y parece que el cansancio no existe a pesar del intenso calor de 45 grados centígrados que cae como plomo sobre la muchedumbre, lo que es aprovechado por los vendedores ambulantes de aguas, refrescos, nieves y una que otra golosina para entretener un poco el hambre y el tedio.