By Juan Rodríguez
Laredo, Tx.- Una investigación de una fiesta en la que hubo alcohol y disparos de arma de fuego por parte de policías novatos, terminó con que 4 de ellos fueron obligados a renunciar, luego de casi dos semanas de indagaciones por parte de las oficinas de Asuntos Internos y de Integridad del Departamento de Policía.
A raíz de que trascendió entre los medios informativos tal investigación, de la cual se desprendieron varios rumores y hechos sin confirmar porque esa investigación permaneció oculta a la comunidad, el jefe de la policía, Miguel Rodríguez, decidió realizar una breve conferencia de prensa este mediodía, en la que omitió muchos detalles de ese convivio policiaco, celebrado el pasado 13 de julio en un rancho del condado Ubalde.
Se limitó a sólo decir que seis policías, recién ingresados a la agencia, se vieron involucrados en un incidente de esa noche, incluyendo una mujer y un hombre, de los cuales 4 de ellos, fuera de servicio, “fueron implicados directamente, mientras que los otros dos fueron absueltos”.
No obstante, Rodríguez aseguró que no se les fincaron cargos penales a los ahora ex-policías, porque sólo violaron los reglamentos y los estándares profesionales de la corporación porque esa noche “hubo consumo de alcohol mientras manejaban un arma”.
Posteriormente, en un comunicado, la policía declaró que “al día de hoy, los 4 agentes ya no ya no son empleados de la ciudad. El Departamento de Policía de Laredo tiene sus oficiales con los más altos estándares de conducta, tanto en servicio como fuera de servicio. Como oficiales de Policía, siempre debemos comportarnos con la integridad de una manera digna de ser oficiales de policía. La falta de juicio al consumir alcohol fuera de servicio es inaceptable”.
Se informó extraoficialmente que en dicha fiesta estaban alrededor de 15 policías, junto con los oficiales de Entrenamiento de Campo, (FTO), celebrando haber aprobado ese examen.
Estos oficiales, de acuerdo a internet, “son responsables de llevar a cabo diariamente la formación y las evaluaciones de los nuevos agentes. Los deberes del oficial de formación sobre el campo y también implican ser un modelo a seguir, comunicar claramente las expectativas de la formación, enseñar al alumno las políticas del departamento y aplicar correctamente los conceptos aprendidos en el aula a las tareas cotidianas de un oficial de policía”.
