Redacción
Julio 02 de 2024
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Al realizar los monitoreos semanales de cloro residual libre en los 193 puntos georreferenciados y estratificados para determinar las condiciones del agua para uso y consumo humano, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) reportó que no existen crecimientos bacterianos en dichos puntos, por lo que el agua no representa un riesgo para la salud de la población.
Lo anterior lo informó el comisionado estatal, Mario Alberto Rebolledo Urcadiz, al señalar que no se encontraron coincidencias que determinen que el agua tiene una asociación epidemiológica que genere enfermedades gastrointestinales como las diarreas, por lo que se deberán analizar otros factores para establecer las causas que generan este tipo de padecimientos.
Dijo que la vigilancia de la calidad sanitaria del agua se realiza a través de la COEPRIS de forma precisa en los puntos formales y establecidos. Además, los resultados son llevados a una mesa de trabajo en la cual intervienen otras áreas como Epidemiología, Promoción de la Salud, Secretaría de Recursos Hidráulicos y CONAGUA.
“Se ha monitoreado de manera puntual los puntos georreferenciados y estratificados del agua y, con la presencia de las lluvias y por instrucción del gobernador, Américo Villarreal Anaya, los monitoreos se incrementan. Por esta razón, hasta el viernes de la semana pasada, en los 193 puntos de monitoreo, solo en seis se encontró por debajo de la norma, por lo que de inmediato se tomaron y analizaron las muestras por el Laboratorio Estatal de Salud Pública y los resultados se notificarán a la COMAPA Victoria”, señaló.
Cabe mencionar que, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 127-SSA1-2021, se realizan semanalmente 193 monitoreos de cloro residual libre en puntos georreferenciados y estratificados, los cuales deben cumplir con un parámetro de 0.2 a 1.5 partes por millón de cloro para saberse desinfectada y clorada.
En el caso de que el cloro se encuentre por debajo de 0.2 partes por millón, el verificador toma una muestra del agua para su análisis bacteriológico correspondiente en el Laboratorio Estatal de Salud Pública y los resultados son comunicados al organismo operador para que lleve a cabo las correcciones necesarias y que el agua se mantenga debidamente desinfectada, clorada y no represente un riesgo en el consumo y uso humano.
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