By Tim Lister
(CNN) — Las vacunas requieren mantenerse en frío, nada más mira la opción de Pfizer contra el covid-19, que tiene que estar ultracongelada. Y eso será un problema para los países en desarrollo y para las áreas rurales de los países desarrollados.
La «cadena de frío» es solo uno de los desafíos en la distribución de vacunas en todo el mundo.
Hay muchos otros: decisiones sobre poblaciones prioritarias y bases de datos para realizar un seguimiento de quién recibió qué vacuna, dónde y cuándo. Además, diferentes vacunas pueden tener más o menos eficacia con diferentes grupos de población; y los gobiernos necesitarán campañas de relaciones públicas para persuadir a la gente de que las vacunas son seguras.
Pero la logística del transporte y almacenamiento de las vacunas, llevarlas desde la puerta de la fábrica hasta el brazo del paciente, es fundamental. Y como es probable que la mayoría de las vacunas requieran dos dosis, toda la cadena de necesidades debe repetirse en unas semanas.
Desafíos únicos
La vacuna Pfizer-BioNTech debe mantenerse a alrededor de -70 grados Celsius mientras se transporta. Eso es 50 grados Celsius más frío que cualquier otra vacuna que se use actualmente.
Moderna indica que su vacuna se puede guardar en congeladores que normalmente se encuentran disponibles en farmacias y en un refrigerador durante 30 días. Pero es probable que haya menos dosis de la vacuna de Moderna que de Pfizer disponibles durante el próximo año.
Los ensayos de fase 3 han demostrado que ambas vacunas tienen una efectividad de alrededor del 95%, pero los reguladores aún no han revisado los resultados.
El miércoles, el director ejecutivo de BioNTech, la empresa de biotecnología alemana asociada con Pfizer, reconoció el problema del control de temperatura.
«Trabajamos en una formulación que podría permitirnos enviar la vacuna incluso a temperatura ambiente», dijo Ugur Sahin a CNN. «Creemos que en la segunda mitad de 2021 habremos llegado con una formulación comparable a cualquier otro tipo de vacuna».
Pero mientras tanto, el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Alex Azar, cree que la opción de Moderna es «más flexible» para entornos como un farmacéutico local. La de Pfizer, dijo el lunes, sería más adecuada para «una gran vacunación institucional, digamos todo un entorno hospitalario, varios hogares de ancianos a la vez».
Pfizer planea enviar hasta 1.300 millones de dosis el próximo año, lo que requiere una gran cantidad de hielo seco (dióxido de carbono en forma sólida a alrededor de -78 grados Celsius) y muchas cajas isotérmicas. Las cajas tienen capacidad para 975 viales (4,875 dosis) y se pueden rellenar con hielo seco hasta por 15 días de almacenamiento.
Pfizer prueba la cadena de suministro en cuatro estados de EE.UU. Su director general, Albert Bourla, dijo el miércoles que no tiene «preocupaciones» sobre los requisitos de la cadena de frío.
Pero el envío de una vacuna de este tipo puede plantear grandes desafíos. El Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, dijo a CNN que «las áreas rurales y urbanas de cualquier país del mundo no están preparadas para administrar esta vacuna hoy».
«Entonces, ¿quién está preparado en el mundo? Nadie».
Un problema es la disponibilidad de hielo seco.
La Asociación de Gas Comprimido dice que la capacidad de producción de dióxido de carbono en EE.UU. y Canadá es de aproximadamente 30.000 toneladas por día y confía en que sus miembros pueden satisfacer la demanda de hielo seco. Dice que los funcionarios de la cadena de suministro de vacunas creen que se necesitará menos del 5% de la producción de hielo seco para respaldar el almacenamiento ultrafrío de las vacunas contra el covid-19 en Estados Unidos y Canadá.
Otros en la industria pronostican cuellos de botella. Varios productores de hielo seco en EE.UU. le dijeron a CNN que ya habían recibido ofertas por toda su producción. Buddy Collen de Reliant y Pacific Dry Ice le dijo a la publicación en línea GasWorld: «Estamos en modo revuelto tratando de manipular nuestras plantas de producción».
Sam Rushing, presidente de Advanced Cryogenics con sede en Florida, le comentó a CNN que ya hay escasez regional en EE.UU.
El principal problema, dice Rushing, es que hay menos vehículos en las carreteras durante la pandemia, lo que significa una menor producción de etanol, del cual el dióxido de carbono es un subproducto. La producción europea de etanol también ha caído considerablemente este año.
Los funcionarios estadounidenses confían en que habrá suficiente hielo seco disponible. Paul Ostrowski, director de suministro, producción y distribución de Operation Warp Speed, dijo a CNN la semana pasada que el servicio de mensajería UPS se había comprometido a «proporcionar reenvíos de hielo seco en todo Estados Unidos a solicitud».
Pero Rushing advierte que el hielo seco no es muy fácil de usar y puede ser peligroso si se almacena incorrectamente, especialmente en un espacio confinado. La Administración Federal de Aviación lo clasifica como carga peligrosa.
Peter Gerber, presidente ejecutivo de Lufthansa Cargo, le contó a CNN que la necesidad de hielo seco «claramente reduce también la capacidad de transporte porque si tienes que cargar más hielo no puedes cargar tanta vacuna. Y por supuesto los procedimientos tienen que ser muy especiales para asegurar que siempre tenga este grado de frialdad».
El servicio de mensajería estadounidense DHL adaptará los planes de distribución de acuerdo con las especificaciones de cada vacuna. David Goldberg, director ejecutivo de Global Forwarding US para la compañía, dice que «hay una restricción en la cantidad de hielo seco que se usa en un avión, típicamente de 500 a 1.000 kilos, dependiendo de varios factores».
Una vez que llegan, los viales de Pfizer se pueden almacenar entre 2 y 8 grados Celsius hasta por cinco días antes de deteriorarse. Pfizer dice que ha desarrollado un «sistema justo a tiempo que enviará los viales congelados directamente al punto de vacunación». También controlará la temperatura de cada caja que se envíe.
Julie Swann, experta en cadenas de suministro de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, dice que los grandes sistemas hospitalarios, que a menudo tienen congeladores ultrafríos, pueden desempeñar un papel como centros de distribución. Pero no todos los estados del país los tienen; Hawaii dijo la semana pasada que ninguno de sus hospitales tenía tales congeladores.
Desglosar los envíos de una vacuna congelada para áreas rurales o pequeños grupos de trabajadores esenciales, sin comprometer su temperatura, será otro dolor de cabeza, dijo Swann.
Cuando sea necesario usar una vacuna en unos pocos días, los proveedores deberán asegurarse de que estén listos. «No puedes esperar a ver quién aparece», le dijo Swann a CNN. «Y todavía no tenemos buenos datos que definan dónde y quiénes son las poblaciones prioritarias».
Cuantos más eslabones haya en la cadena de suministro, mayor será el riesgo de que la temperatura de la vacuna se vea comprometida. El mes pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) advirtieron a los estados que «deberían limitar el transporte de productos de vacunas congelados o ultrafríos».
Prashant Yadav, un experto en cadena de suministro y miembro senior del Centro para el Desarrollo Global, afirmó: «Es una cuestión de qué tan pronto podemos empezar a pensar en múltiples formatos de empaque».
Más allá de Estados Unidos
Esto sabemos de las vacunas chinas contra el covid-19
Si conseguir una vacuna congelada para decenas de millones de personas es un desafío en Estados Unidos, es un problema mucho mayor para los países más pobres.
Los enlaces de transporte son más lentos y las instalaciones médicas están menos equipadas en los países en desarrollo. La producción de CO2 es escasa y el costo y los peligros de enviar grandes cantidades de hielo seco también son un obstáculo, dice Yadav.
David Gitlin, director ejecutivo de Carrier, especialistas en refrigeración, reveló a CNN la semana pasada: «Cuando miras a lugares como África e India, simplemente no tienen la infraestructura de la cadena de frío. Estados Unidos gasta 300 veces más per cápita en cadena de frío que India».
Perú es uno de los muchos países que han pedido la vacuna Pfizer. En la capital, Lima, donde se pueden administrar grandes volúmenes rápidamente, debería ser eficaz, dice el Dr. Germán Málaga, miembro del equipo que trabaja en las opciones de vacunas de Perú. Pero aunque probablemente hay 30 congeladores ultrafríos en Lima «para los otros 20 millones de peruanos, incluidos los Andes y la selva, no hay ninguno».
“Para el resto del país podríamos usar vacunas como la china que requiere de 2 a 8 grados que es más manejable”, dijo Málaga.
«Se trata de la rentabilidad, que no se trata solo de la vacuna, sino de todo el proceso de vacunación», dijo Yadav. Pero si el candidato de Pfizer resulta ser el más eficaz, la demanda de congeladores ultrafríos sería abrumadora.
Barbosa dice que la Organización Panamericana de la Salud insta a los estados miembros a no gastar grandes sumas en la preparación de una vacuna, sino a unirse a una instalación multilateral llamada COVAX, esencialmente una cámara de compensación para la compra de vacunas administrada por la Organización Mundial de la Salud.
Más allá de la cadena de frío, existen otros obstáculos logísticos.
Se requerirá un puente aéreo masivo para obtener las vacunas donde necesiten ir. Pfizer, que tiene líneas de producción en Europa y EE.UU., indica que espera un promedio de 20 vuelos de carga diarios en todo el mundo.
DHL espera que sea necesario entregar 15 millones de cajas de refrigeración en 15.000 vuelos durante los próximos dos años. David Golberg le dijo a CNN que la compañía ha establecido una red de cadena de frío de alta calidad y agregará vuelos entre China, Europa y Estados Unidos.
Muchos países pueden recurrir a programas existentes como modelos. El programa nacional de vacunación de Perú llega a alrededor del 75% de su población, dijo Málaga.
El programa de vacunación contra la poliomielitis de la India es omnipresente: este año cubrirá a más del 90% de los niños, según Gagandeep Kang, del Laboratorio de Investigación Wellcome Trust en el Christian Medical College en Vellore.
«Para los programas contra la poliomielitis, hemos utilizado botes y mulas y personal de salud emprendedor», dijo Kang. Pero tales programas están diseñados para menos de una décima parte de la población, y las vacunas contra el covid-19 deberán enfocarse en diferentes grupos, explicó.
India necesitará «una serie de oleadas, cada una dirigida a un grupo diferente a medida que la vacuna esté disponible», le dijo a CNN.
«Necesitaremos ver las características de rendimiento de otras vacunas y sus requisitos de entrega antes de decidir qué usar», señaló Kang, quien también es miembro del Comité Asesor Global sobre Seguridad de las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud.
En una situación tan dinámica, el mantenimiento de registros se vuelve crítico. La Dra. Anna Blakney, que trabaja en una vacuna que desarrolla el Imperial College de Londres, dijo que no hay una infraestructura centralizada en EE.UU. para monitorear quién recibe qué y cuándo, lo que ella describe como un «problema realmente crítico».
Yadav dice que incluso cuando la vacuna llegue a su destino, deberá haber cierta flexibilidad para permitir que las personas reciban su segunda dosis en un lugar diferente si así lo desean. Y eso exige bases de datos fiables.
Barbosa dijo que más allá de la cadena de suministro, los gobiernos «deben tener una buena estrategia de comunicación para superar el escepticismo público y las teorías de conspiración sobre las vacunas».
Blakney está de acuerdo. «Este proceso [de desarrollo de vacunas] ha sido tan rápido que no sorprende que las personas se muestren escépticas al leer sobre la seguridad y los posibles efectos secundarios», afirmó. Blakney es parte de un esfuerzo internacional lanzado por científicos de investigación para tranquilizar a las personas a través de las redes sociales sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el covid-19.
Encontrar suficiente hielo seco es solo uno de una secuencia de desafíos para vacunar al mundo contra contra el covid-19.
Claudia Rebaza y Fred Pleitgen de CNN contribuyeron a este informe.
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