Indigentes, entre el frío y el abandono; invisibles ante la sociedad

Indigentes, entre el frío y el abandono; invisibles ante la sociedad

–Duermen en calles, bancas y plazas públicas–

 

Gastón Monge

Nuevo Laredo, Tamaulipas.-  Viven en las calles o bajo puentes, duermen en bancas públicas, comen lo que pueden; piden limosna, limpian parabrisas de los autos, recolectan cosas inservibles y resisten las bajas temperaturas sin quejarse ante nadie.

Ellos son los indigentes de la frontera. No tienen nacionalidad porque lo mismo se les ve en Laredo, Texas, y al otro día en Nuevo Laredo vagando, dando lástima y mendigando, pero no todos son enfermos mentales, algunos tienen traumas por el abandono familiar o por no seguir un tratamiento médico, pero todos son invisibles ante la sociedad.  

En Nuevo Laredo pocos de ellos deciden acudir al albergue municipal pese a las bajas temperaturas, mientras una docena de indigentes  pasan las frías noches en uno de los extremos de una tienda comercial ubicada a un lado de los estacionamientos de  la presidencia municipal.

De acuerdo al director de protección Civil, Humberto Fernández Diez de Pinos, a estas personas se les dota de cobijas, bebidas calientes y atención médica, ya que no desean moverse de ese lugar pese al intenso frío de las madrugadas.

“Tenemos activado el operativo Carrusel en la ciudad para la atención de las personas que soliciten ser trasladadas al refugio municipal, pero algunas no quieren ir y prefieren quedarse en las plazas públicas, y no podemos obligarlos, por lo que les ofrecemos bebidas calientes y cobijas”, explicó el funcionario.

Situación similar se vive en la vecina Laredo, Texas, con varios  indigentes y personas sin techo que deciden quedarse a dormir en bancas, banquetas y quicios de comercios del centro al no querer ser enviados al refugio para desamparados o Bethany House, pero prefieren quedarse en las calles y bancas de plazas públicas.

En ambas ciudades algunos de los indigentes o personas que no tienen hogar, son enfermos mentales, alcohólicos, drogadictos  e indigentes que por diversos motivos vagan por las calles sin rumbo específico.

En Nuevo  Laredo no hay un estudio profesional que indique la cantidad real de indigentes que existen en las calles, y el último realizado fue elaborado por el Colegio de la Frontera Norte, hace 10 años, el que indicaba en ese momento que el 90 por ciento de cerca de 100 indigentes de esta ciudad eran migrantes mexicanos de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Pero actualmente no existen datos ni cifras de la cantidad de indigentes que hay en la ciudad, aunque reportes de ciudadanos indican que hay una familia de africanos integrada por una mujer adulta y tres menores que vagan y piden caridad por rumbos aledaños al centro comercial Wall Mart.

De acuerdo al Departamento de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Tamaulipas, algunos de los indigentes que vagan por las calles padecen algunos trastornos mentales ocasionados por alguna adicción a las drogas, los que al ser abandonados por sus familias  deambulan por las calles, lo que genera un serio problema de salud pública.

Algunos de ellos, debido al abandono y a la falta de atención médica padecen serios problemas de trastorno mental, episodios de bipolaridad, esquizofrenia y otros problemas mentales que requieren de una pronta atención  médica.

Sin embargo, al carecer esta ciudad de un lugar de atención para este tipo de personas, se les deja en el abandono sin que ninguna institución pública o privada se haga cargo de ellos, lo que incrementa este problemas en las calles, y ponen en riesgo su integridad y la de las demás personas.

En esta ciudad la Secretaría de Salud cuenta con un centro de salud mental, es insuficiente porque solo atiende a personas enfermas que tienen familia, desatendiendo a los que son indigentes al dejarlos a la deriva y a su propia suerte.

 

 

 

 

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