–Con una inversión de 59 millones de dólares–
Gastón Monge
La buena relación que tiene el gobernador Américo Villarreal Anaya con el presidente Andrés Manuel López Obrador no se refleja en los hechos y los recursos que envía a Tamaulipas para dar respuesta a las demandas de los tamaulipecos y los daños que por mil millones de pesos ocasionó la reciente tormenta tropical.
Y es que Villarreal Anaya al reunirse el pasado jueves con la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde, le entregó a un reporte de los daños ocasionados en el estado por la tormenta y la petición de los mil millones de pesos, que el gobierno federal les debe a los agricultores del norte, pero no se obtuvo ninguna respuesta de acuerdo a la información oficial difundida.
Pero el gobernador de Tamaulipas ese mismo día, por la tarde-noche, vio al presidente Andrés Manuel López Obrador en la reunión que los gobernadores de MORENA tuvieron con Claudia Sheiunbam, pero siendo tan respetuoso como es, seguramente no le dijo nada al mandatario nacional y los sorgueros siguen esperando su dinero y las condiciones de la infraestructura vial urbana y carretera siguen deteriorándose en el estado.
Sin embargo, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ese mismo día fue recibido por el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional y le solicitó 4 mil 850 millones de pesos para reparar los daños que ocasionó la reciente tormenta en ese estado.
Así que el propio gobernador Samuel García ya dio a conocer que ya el mandatario nacional aprobó el monto de los recursos que le presentó y el lunes le llegarán los primeros mil 500 millones aprobados por AMLO y de inmediato convocó al comité estatal de reconstrucción para definir las obras a las que le darán prioridad en su reconstrucción.
Sin duda que la buena relación que Samuel García tiene con López Obrador es extraordinaria a pesar de que no es de MORENA y esto se refleja en los hechos y en la rapidez con que obtiene los recursos necesarios para atender los requerimientos más urgentes de la zona metropolitana de Monterrey y del estado, caso contrario a lo que sucede en Tamaulipas.
De tal manera que de nada sirven los halagos que Andrés Manuel López Obrador le da al gobernador Américo Villarreal Anaya públicamente cada vez que la entidad requiere de los recursos federales para realizar obras, acciones y programas.
Sí Américo se siente feliz con esos halagos, pues allá él y su ego y su falta de reconocimiento, en el estado lo que se necesitan son recursos suficientes, para darle respuesta a los tamaulipecos y sus necesidades más urgentes, ojalá que Villarreal Anaya despierte del mareo que le producen los halagos de AMLO y entienda que antes que él está Tamaulipas, sino para que quiso ser gobernador.
En fin, se anuncia una tormenta que pueden llegar a ciclón para la próxima semana y sí no hay recursos para atender los daños que ya se tienen después el costo para su reparación aumentará y si AMLO no manda los dos mil millones de los sorgueros y los daños, luego no enviará nada, ya se va… y si en su sexenio no le interesó invertir en Tamaulipas ni apoyar su desarrollo, mucho menos lo hará ahora que se está despidiendo. ¿Verdad?… Pero eso pronto lo veremos…