By Tiempo de Opinar
-En el PRI, PAN y Morena, las cúpulas decidirán liderazgos
-Y en el MC, PT y Verde, un solo hombre decide todo
-Reabren 159 cuentas públicas
Raúl Hernández Moreno
Los tres principales partidos en México renovarán sus dirigencias nacionales y ninguno lo hará de manera democrática, pero los tres van a decir que sí lo hacen
En el PRI, será el Consejo Político Nacional -poco más de 500- los que decidan a su nuevo dirigente, que de nuevo no tendrá nada, pues será Alejandro Moreno, quien ya lleva 5 años destruyendo al partido. La única forma de que Alito no se reelija, es que lo tumbe el Tribunal Federal Electoral o la Sala Superior del Poder Judicial de la Federación, organismos ante los cuales se han presentado recursos de impugnación por parte de militantes priistas.
En el 2019, Alito ganó la dirigencia nacional del PRI en una elección abierta a la militancia y ganó con el respaldo de Palacio Nacional que intercedió ante el ex presidente Enrique Peña Nieto para que el priismo se volcara a favor del campechano.
Alito busca la reelección para ser aliado y cómplice de la 4T, ofreciendo lo poco que queda del priismo.
En el PAN andan igual, un sector de la militancia quiere una elección abierta, pero Marko Cortés le apuesta a que sea la cúpula panista la que decida a su sucesor y como él maneja al consejo político esto le permitirá imponer a un incondicional.
Y en Morena están peor. El sustituto de Mario Delgado será decidido por una encuesta y se impondrá a María Luisa Alcalde, recomendada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca así mantener presencia en el ambiente nacional, porque eso de que se va a jubilar a encerrar a su rancho en Tabasco es una más de las más de 300 mil mentiras que ha dicho en su sexenio.
Si en los tres principales partidos la democracia es un concepto abstracto, en los otros tres partidos, el Verde, PT y MC, están muchísimo peor, pues los tres son controlados por un solo hombre: Jorge Emilio González, Alberto Anaya y Dante Delgado, que manejan los recursos públicos que les entrega el estado, deciden candidaturas y pactan con el gobierno, a cambio de prebendas.
Estamos jodidos, pues.
En otro tema, el Auditor Superior del Estado, Francisco Noriega, confirmó que se reabrieron, para su investigación, 159 cuentas públicas aprobadas en el 2021, por el anterior titular de la ASE, a cargo de Jorge Espino
Se trata de cuentas del gobierno del estado, de la UAT, ayuntamientos, del Congreso y organismos descentralizados en los que se han detectado irregularidades y de comprobarse se fincarán responsabilidades.
A estas presuntas irregularidades hay que añadir las más de 60 denuncias que ha presentado la consejería jurídica del gobierno de Tamaulipas ante la Fiscalía Anticorrupción y cuyos expedientes están congelados por el titular de esa dependencia, Raúl Ramírez a quien el Congreso destituyó y él se amparó.
Ramírez dice que las investigaciones no están congeladas, que están avanzando y con ese criterio hay que esperar resultados en el 2050, si bien nos va.
La realidad es que Raúl Ramírez, Jorge Espino e Irving Barrios son leales a su amigo Francisco García Cabeza de Vaca.
