De Primera
Arabela García
· Elecciones del 2 de junio: ¿Realmente ejemplares? A pesar del apoyo abrumador a Morena y la narrativa de una democracia perfecta, el proceso electoral estuvo marcado por violencia y cuestionamientos sobre la manipulación del voto.
· La pobreza como herramienta electoral en México Los programas sociales y el despliegue de dinero durante las elecciones reflejan un grave problema: la pobreza sigue
siendo utilizada para ganar votos, perpetuando el clientelismo y la dependencia.
· Programas sociales y pobreza: ¿Solución o paliativo? A pesar de una inversión sin precedentes en programas sociales, la pobreza en México sigue siendo alta. Es crucial evaluar la efectividad real de estas transferencias y su impacto en las elecciones.
El pasado 2 de junio se llevó a cabo una elección que, según los resultados del INE y el voto de los electores, podría considerarse ejemplar. Las casillas, tanto básicas como especiales, estuvieron abarrotadas, y el partido Morena recibió un apoyo abrumador.
Esto plantea una gran hipótesis: vivimos en un México perfecto. Los resultados sugieren que tenemos el “carro completo” para el partido en el poder, lo que implica que los políticos elegidos son la mejor opción, gobernando sin robar, sin mentir y sin traicionar. Una elección histórica con números claros y contundentes refleja, según algunos, una democracia perfecta.
Sin embargo, surgen preguntas cruciales para cualquier mexicano bien informado: ¿por qué solicitar un reconteo de votos? ¿Por qué 62 personas fueron asesinadas el día de las elecciones? Según la consultora Laboratorio Electoral, cinco de esos homicidios podrían estar relacionados con la jornada electoral, aunque solo dos casos fueron confirmados por el INE y la Fiscalía de Michoacán.
No vivimos en un México perfecto ni tenemos una democracia ideal. Las elecciones no fueron perfectas. En cambio, enfrentamos un grave problema: la pobreza, utilizada como una herramienta electoral. Los programas sociales y el despliegue de dinero durante las elecciones sugieren que gana quien invierte más dinero, además de otros tipos de coacción como secuestros y amenazas.
Este fenómeno no es exclusivo de México; países como Cuba han visto cómo el liderazgo eterno de los Castro se mantiene a través de dádivas en medio de la pobreza. A mayor pobreza, mayor control mediante despensas, becas y pensiones. Aunque estos apoyos no
son intrínsecamente malos, se vuelven problemáticos cuando se usan para manipular elecciones.
Los números de pobreza en México son parte fundamental de las campañas electorales. Pocas personas han comprendido el poder narrativo de estos números y porcentajes como el presidente López Obrador. Habría que analizar si los programas sociales han disminuido la pobreza. Los Programas para el Bienestar representan una inversión sin precedentes de 2.73 billones de pesos durante el Gobierno de la Cuarta Transformación.
En 2024, 27 millones 970 mil 133 personas accederán a los apoyos federales, con un financiamiento histórico de 745 mil 813 millones de pesos, un 27 por ciento más que en 2023. De los 35 millones de hogares en el país, el 79 por ciento recibirá al menos un programa. Este es el resultado de la elección: la pobreza, en lugar de generar empleo que mantenga activos a jóvenes y adultos mayores, perpetúa el clientelismo y cuotas fijas para números electorales.
Debemos evaluar si el número de personas en situación de pobreza ha aumentado o disminuido, si los programas de transferencias han sido efectivos y si el nuevo diseño —en efectivo y sin condiciones— es más efectivo que los programas previos condicionados. En 2020, había 55.7 millones de personas en situación de pobreza y 10.8 millones en pobreza extrema, frente a 3.8 millones y 2.1 millones respectivamente en 2018.
Los programas de transferencias no han sido lo suficientemente efectivos para mitigar la pobreza. Han servido como paliativo, pero en época electoral, los datos se usan a conveniencia.
Sugerencias y comentarios arabelagarcia01@hotmail.com