Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Investigador desde hace 30 años en el Colegio de la Frontera Norte de esta ciudad, Manuel Ceballos Ramírez lamenta que este prestigiado centro docente y de investigación haya cerrado sus puertas de manera aún inexplicable y sin aviso previo a ninguna institución académica y gubernamental.
Dijo que el último día laboral fue el 30 de septiembre de este año, y en el curso de un mes se llevaron todo el equipo de cómputo y materiales de investigación y la biblioteca, a las sedes de Piedras Negras, Monterrey y Matamoros.
Debido a que antes del cierre Ceballos se jubiló de este lugar, y dijo que esta noticia la supo der pláticas con investigadores de Tijuana, aunque reconoció que el cierre le sorprendió mucho, ya que cuando aún laboraba para este lugar, se había conseguido un terreno para la construcción de la sede local, “pero de repente nos dijeron que no se iba a realizar este proyecto, por lo que la donación del terreno caducó”, explicó.
Aunque aún no existe una versión oficial, la que ofreció Ceballos fue que sería cerrado porque ya no había personal, debido a que de los cuatro investigadores que había en ese momento, entre ellos Ceballos, uno de fue a Tijuana (Nieto Camacho); el doctor Eduardo Alarcón solicitó su retiro, mientras que Ceballos se jubiló, por lo que solo quedó como investigador la doctora Blanca Vázquez, y como asistente de investigador, el doctor Jesús Frausto.
“A mí me pudo mucho porque fue un lugar que abrí junto con Alarcón y el doctor Carlos Lozano”, mencionó al recordar que las primeras oficinas estuvieron en la calle Madero y Leandro valle; luego se pasaron a la calle Chihuahua, cerca de la Melchor Ocampo, posteriormente la ubicación fue cerca de las anteriores instalaciones del Consulado de Estados Unidos, para terminar en las calles 20 de Noviembre y Arteaga.
Pero la decisión fue tan rápida como el cierre, y aunque las razones fueron el recorte de presupuesto, de salarios e incentivos a partir del próximo año, la falta de personal suficiente, y la reasignación de las oficinas en el Noreste del país, ya que Tamaulipas contaba con dos oficinas, la otra está en Matamoros.
Comentó que el cierre del Colef es significativo para esta ciudad, ya que se ubica en un punto estratégico para el estudio de diferentes fenómenos y problemas socioeconómicos y culturales, “y significa mucho perderlo, y no sé si la comunidad académica y cultural de la ciudad solicitó que se quedara. Que yo sepa no lo solicitó”, señaló.
Lo extraño de este cierre es que oficialmente no se ha avisado a ninguna autoridad en la ciudad, ni a las instituciones académicas, y se espera que de un momento a otro la presidencia nacional de este centro de estudios avise de ese inesperado cierre, pero ya han pasado más de dos meses y nadie ha dado declaraciones.
“Esto está muy raro…muy raro, ya que ni un boletín de prensa han ofrecido…nada…”mencionó Ceballos.