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Oscar Contreras
A Gerardo y Joel Illoldi Reyes los escándalos de los últimos días les ayudaron a desviar la atención de los tamaulipecos sobre su posible caso de corrupción.
Recordarán que fueron les descubrieron siete casas de su propiedad compradas en lo que va del sexenio y eso los puso en la mira de los medios y la sociedad.
Su caso sorprendió a muchos debido a que están cerca del poder estatal y eso les descubrió una cierta debilidad por enriquecerse utilizando su posición en el gobierno.
La compra de las siete casas fue filtrada a ciertos medios para evitar sospechas, ya que existen personas fuera del gobierno, pero cercanas al poder estatal que desean afectar a Gerardo principalmente.
Se sabe que no toleran que pudiera convertirse en el próximo candidato de MORENA al gobierno municipal de Victoria o al gobierno de Tamaulipas porque eso acabaría con sus proyectos.
Esto quiere decir, que la posibilidad que tiene Gerardo de crecer en la política, despertó en sus adversarios el odio y le generó “fuego amigo” con el cual buscan quemarlo ante la ciudadanía, los medios y el gobernador Américo Villarreal quien lo sigue apoyando.
Por esto, siguen filtrando que Los Illoldi tienen más propiedades y se han involucrado en una supuesta venta de plazas a 20 personas que dieron el dinero, pero aún no han recibido su alta en el gobierno estatal.
Ante esta situación, los principales funcionarios, que saben de este caso, pero se callan porque saben que Gerardo cuenta con el apoyo del gobernador y pudiera ser el proyecto a seguir en Tamaulipas.
Desde luego que eso no es impedimento para que los hermanos sean investigados por la Contraloría, ya que el golpe que recibieron por el descubrimiento de sus casas no los debilitó porque siguen en sus posiciones y en el ánimo de quienes mandan en el estado.
De tal manera que, si las denuncias de su posible corrupción no los afectó, esta historia continuará y pronto se darán a conocer otros asuntos donde Los Illoldi han estado involucrados.
En fin, “haiga sido como haiga sido”, se espera que la Contralora investigue el caso de las siete casas que compraron, ya que había declarado que revisaría los bienes e inmuebles de los funcionarios, para evitar que utilicen al gobierno para enriquecerse y esta es una buena oportunidad para empezar.
Además, ayudaría mucho al gobernador Américo Villarreal a evitar que en su administración se presenten casos de corrupción que manchen el buen trabajo que ha realizado en su combate, porque en la 4T robar es mentir y traicionar a Tamaulipas.
Cambiando de tema. Gattas ya no sabe ni por dónde le tiran y ahora trascendió que la guardería del DIF Victoria es dirigida por un integrante de la comunidad LGBT y esto escandaliza a la sociedad victorense quien aún no asimila que esto pueda suceder.
Se espera que para esta fecha el gobierno de Lalo Gattas haya puesto orden esta guardería y que las familias que tienen a sus hijos en la guardería se hayan tranquilizado, porque han dicho que no descansarán hasta que la persona en conflicto sea cambiada de lugar o dado de baja.
Ese Lalo no sale de una cuando entra en otra y al parecer ni con una barrida con pencas de nopal se le quita esa mala suerte que trae, porque cuando apenas va saliendo de un asunto en la puerta ya lo están esperando otros.
De salida. Sí cree Armando Martínez que a la gente de Altamira se le va a olvidar fácilmente que afectó a una familia al despojarla de su tierra para hacer un camino, pues se equivoca.
La gente sabe que es un verdadero pillo de siete suelas y de nada le sirve publicar una encuesta con más del 70% de aprobación en su labor como alcalde de Altamira, cuando se sabe que es una encuesta pagada que refleja una realidad que no existe… ni más ni menos.