Por AFP
Mark Carney, quien fuera presidente del Banco Centrald e Canadá, asumió este virnes el cargo de primer ministro de Canadá, en sustitución de Justin Trudeau, y en medio de una guerra coemrcial que Estados Unidos desató en contra del país, motivada por el incremento de los aranceles a las importaciones de hierro y aluminio y una creciente amenaza del presidente Trump de formar parte del coloso mediante la anexión.
Al asumir el cargo Carney, deja atrás un gobierno indeciso de Trudeau, quien estuvo a cargo del 2015 al 2025, aunque desistió de él luego de no obtener la mayoría político del Partido Liberal.
Ahora el Partido Liberal eligió a Carney para sucederlo con la esperanza de que su experiencia al frente de los bancos centrales de Canadá e Inglaterra durante crisis históricas tranquilice a la población, que se enfrenta a una guerra comercial potencialmente devastadora.
Carney, un novato en la política que cumplirá 60 años el domingo, juró su cargo en una ceremonia en Ottawa ante la gobernadora general Mary Simon, representante del rey Carlos III, jefe de Estado de Canadá.
El nuevo primer ministro asume en medio de la tormenta generada por los aranceles a las importaciones impuestos por el presidente Donald Trump, que ha hecho reiterados llamados a que Canadá se convierta en el estado 51 de Estados Unidos.
“Los estadounidenses no deben equivocarse: tanto en el comercio como en el hockey, Canadá ganará”, declaró en su discurso victoria la semana pasada, cuando fue elegido nuevo líder del Partido Liberal.
“Canadá nunca jamás será parte de Estados Unidos, de ninguna manera”, afirmó, en tono desafiante. “Eso nunca va a suceder”, afirmó.
Carney nunca fue electo a un cargo público, pero sus habilidades de campaña se pondrán a prueba pronto, ya que Canadá probablemente celebre una elección general este año
Carney ha dicho que está “listo para sentarse” con Trump para negociar un nuevo acuerdo comercial y así evitar más conflictos económicos.
Esta semana entraron en vigor los aranceles de 25% que Estados Unidos impuso a las importaciones de acero y aluminio, y Canadá respondió con nuevos aranceles sobre los productos estadounidenses.
Carney trabajó en el banco de inversiones Goldman Sachs antes de dirigir el banco central de Canadá durante la crisis financiera de 2008-2009 y el Banco de Inglaterra durante las turbulencias del Brexit.
Se presenta como alguien sólidamente preparado para liderar un país sacudido por la guerra comercial impulsada por Estados Unidos, un país que era su mayor aliado y en el que, según Carney, Canadá “ya no puede confiar”.
Canadá debe celebrar elecciones en octubre, y es probable que se adelanten algunas semanas. Las encuestas de opinión recientes reflejaban un leve favoritismo por la oposición conservadora. Las amenazas de Trump estarán en el centro de la campaña electoral canadiense.
Desde el comienzo de su segundo mandato, Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de negociación con sus socios comerciales, como un incentivo para que las empresas se instalen en el país y como fuente de ingresos para las finanzas federales.
Trump exige a China, México y Canadá que hagan más para frenar el tráfico de fentanilo a Estados Unidos, aunque en el caso de Canadá el contrabando por la frontera es insignificante.