Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Para el obispo de esta ciudad, Enrique Sánchez Martínez, la gran cantidad de migrantes de varias nacionalidades que llegan a México, en particular caribeños, centroamericano y mexicanos que huyen de la pobreza extrema, la falta de trabajo y la violencia que existe en sus comunidades, provocó ya una nueva crisis migratoria que no tiene solución, al menos en este momento.
Dijo que hay disponibilidad de la Iglesia Católica para ofrecerles una mejor atención, aunque reconoció que es tarea de sociedad y gobierno hacer un esfuerzo para atenderlos, “y nosotros estamos dispuestos de ayudar más, de existir una convocatoria para ver la manera de atenderlos mejor, por lo que estamos haciendo mejoras en algunos de nuestros espacios”, comentó el religioso.
Sin embargo, dijo el obispo que a pesar de todo lo que se hace para apoyar a los migrantes, el fenómeno migratorio no va a terminar, y por el contrario, consideró que lo único que ya cambió de este tema es solo su modalidad.
“Se sabe que el fenómeno de la migración no va a terminar, porque lo único que ya cambió es la modalidad, pero estamos abiertos a seguir atendiendo a los migrantes cuando lleguen a nuestra Iglesia Católica”, expresó.
De acuerdo a cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), de todos los migrantes que se encuentran en México, los haitianos son el segundo gripo migratorio que más solicitudes de asilo ha presentado ante las delegaciones de este organismo instaladas en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Baja California y la ciudad de México.
Asilo y trabajo
Tan solo entre enero y agosto del año pasado el 62% del total de peticiones de asilo a México, correspondió a migrantes de Honduras (29,699) y de Haití (18,883; le siguen Cuba (7,375), El Salvador (4,813), y Venezuela (4,179).
Debido a que Estados Unidos se niega a abrir sus fronteras a los migrantes, la Agencia de la ONU para Refugiados (Acnur) cuenta con un proyecto integral de reubicación, inserción laboral y acompañamiento para la integración de los migrantes de Haití que se encuentran en México, sobre todo para los que este país es ya una opción de vida y de trabajo.
En las últimas semanas han llegado a Nuevo Laredo cerca de tres mil haitianos, una cantidad considerable de centroamericanos y de mexicanos que mantienen abarrotados los 10 refugios habilitados para su atención.
La Diócesis de Nuevo Laredo cuenta con dos casas para migrantes, Nazareth 1 y Nazareth 2, refugios que tienen muchas necesidades, algunas son subsidiadas por las autoridades, “pero son casa que nosotros abrimos para los migrantes”, expresó.
Actualmente en el segundo refugio hay más de 200 mujeres con niños, mientras que el uno ya está saturado de migrantes, y en ambos lugares hay migrantes de varias nacionalidades, pero debido a la violencia que se vive en algunas regiones de México, son muchos mis migrantes mexicanos que acuden a solicitar asilo y apoyo en Estados Unidos, porque huyen de la inseguridad que prevalece en sus comunidades.