Luego del enojo vino la reconciliación, y como pocos esperaban los coordinadores de las dos cámaras en México, el diputado Ricardo Monreal y el senador Adán Augusto se dieron la mano como dos buenos amigos, dejando atrás los reclamos de malos manejos económicos, por lo que en un giro inesperado, esta reconciliaci´’on marca en apariencioa el inicio de una nueva etapa en el seno de Morena y, en el seno del Congreso de la Unión.
Fue un encuentro cordial entre ambos legisladores, el que terminó con el compromiso de llegar a la unidad al interior de la Cuarta Transformación y respaldar las iniciativas prioritarias del gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum.
Las tensiones entre ambos políticos se habían intensificado en diciembre, cuando López Hernández presentó denuncias ante distintas instancias federales por presuntas irregularidades en contratos por 150 millones de pesos, correspondientes al período en que Monreal presidió la Junta de Coordinación Política del Senado.
“Las acusaciones carecen de fundamento y son falsedades en contra de la administración que encabecé”, había respondido en su momento el legislador zacatecano, generando un distanciamiento que amenazaba con obstaculizar el trabajo legislativo en ambas cámaras.
El encuentro quedó documentado en las redes sociales cuando Monreal compartió en su cuenta de X una fotografía donde aparece abrazando a López Hernández. “El momento que vive México requiere de unidad nacional, y la agenda legislativa próxima debe incluir las prioridades del gobierno de la presidenta @Claudiashein para beneficio de la población”, escribió el senador.
La reconciliación entre ambos líderes parlamentarios ha sido bien recibida por la militancia morenista, que ve en este acercamiento una señal positiva para mantener la cohesión del partido en un momento crucial para la implementación de las políticas del nuevo gobierno federal.