Tiempo de Opinar
Raúl Hernández
Mientras en el IETAM, el representante de Morena, Andrés García Rapper anunciaba el reemplazo de Carlos Peña por Armando Zertuche, en el consejo general del INE, el representante de Morena, Mario Llergo, protestaba por los obstáculos a la candidatura de Peña y anunciaba que un juez federal le había restituido sus derechos políticos.
Peña ya no tiene impedimento para ser candidato. Recuperó sus derechos políticos y confirmó, una vez más, que el poder judicial está al servicio de quien pueda pagar sus servicios.
No ha terminado, pues, esa novela llamada Carlos Peña y estamos viendo un enfrentamiento entre las dirigencias estatal y nacional de Morena. La primera no está con Peña y la segunda, lo defiende a morir.
¿Quién ganará? La dirigencia estatal es favorita para imponerse, como pasó con Eduardo Gattas en Victoria, al que la dirigencia nacional no lo quería.
Zertuche ya está registrado como candidato, pero no significa que Mario Delgado y Mario Llergo hayan tirado la toalla. Carlos Peña pactó con ellos y ellos se han comprometido a defenderlo, tope hasta donde tope.
Técnicamente Morena puede cambiar de candidato hasta varios días antes de la elección, para lo cual debe convencer al que está registrado que decline.
Lo que sí es cierto es que lo que está pasando en Reynosa le va a pegar a Morena, ya sea que se ratifique a Zertuche o regrese Carlos Peña. Si este queda fuera, seguramente se va a tirar en una hamaca y va a dejar que Zertuche luche por su victoria.
Y lo mismo pasa si regresa Peña: no van a jalar a su lado los aspirantes que fueron desechados.
Todo este desorden lo ocasionaron Mario Delgado y Mario Llergo que prefirieron defender sus intereses que al partido, porque están convencidos que la marca Morena es suficiente para hacer ganar a cualquiera.
Ese exceso de confianza fue el que en su momento llevó a la debacle del PRI y el PAN. Con Cabeza de Vaca el PAN creyó que tendría un reinado de mil años que quedó reducido a un sexenio.
Y del PRI hegemónico sólo queda el recuerdo.
Morena hoy está en los cuernos de la luna, pero nada es para siempre. Debe verse en el espejo del PRI y del PAN.