Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Oscar Mario Parrales, de 58 años de edad, es un nicaragüense que salió de su país debido a las amenazas del régimen de Daniel Ortega, quien dice está reprimiendo a su pueblo, y dijo que ello motivó su salida debido a la represión.
“Están matando al pueblo…están matando a los nicaragüenses. Daniel Ortega es enemigo del pueblo, y nosotros estamos saliendo a las marchas en contra de la dictadura, y yo estuve en la marcha del 30 de mayo, y me dieron un disparo en el pie después de que terminó la marcha, y comenzaron a disparar contra los manifestantes”, expresó con angustia al recordar dicho episodio de dolor y muerte.
Recordó que el gobierno sandinistas reprimió a la población con grupos armados de paramilitares, y que ese día vio como asesinaban a 11 jóvenes estudiantes, y dijo que luego de ser herido de bala, lo sacaron de la zona de riesgo rumbo a un hospital.
“Salimos huyendo del lugar porque nos estaban asesinando. Soy un civil, pero estaba participando con quienes organizaron la marcha de protesta contra el gobierno, y salimos a apoyar a los estudiantes porque vimos como los estaban matando”, señaló.
Ese 30 de mayo, la organización Madres de Abril convocó a una marcha en honor a las mujeres que perdieron a sus hijos debido a la extrema violencia que se vive en ese país, en una crisis que hasta ese momento tenía ya 42 días, pero al terminar esta peculiar protesta, fueron atacadas por el régimen orteguista con un primer saldo de 11 muertos y 12 lesionados de bala.
Este episodio lo recuerda muy bien Oscar Mario, quien dijo que el pueblo Arriesga su vida para defender la libertad que no llega a su país, pero dijo que por defender los ideales de libertad que los estudiantes manifestaron durante la marcha de mayo, son perseguidos y asesinados por el régimen sandinista.
Oscar Mario llegó a la casa del migrante AMAR esta semana, y llegó junto con sus sobrinos universitarios, pero dejó a una hija, a su madre y hermanos, los que dijo son asediados por el gobierno, pero antes de llegar a esta frontera solicitaron una visa humanitaria en Tapachula, en donde el consulado de su país les solicito sus pasaportes, pero les negaron las recomendaciones y cartas consulares.
Dijo que la cónsul de su país en Tapachula, Namibia Fuentes González, los reportó ante el gobierno sandinistas como indeseables, por lo que ya no puede regresar.
Ahora ‘vive’ en el albergue AMAR, al lado de otros 115 extranjeros de diferentes nacionalidades, en espera de poder lograr el ingreso legal a Estados Unidos, y rehacer su vida trabajando también de manera legal, con una visa humanitaria.