–Es su sueño para la Navidad–
Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Ángel Jesús tiene 11 años, pero desde muy pequeño sus padres se separaron y solo vive con su papá, quien debido a su trabajo no puede atenderlo, por lo que decidió trasladarlo al refugio de Ejército de Salvación para tener una mejor oportunidad de vida.
Vivía en la marginada colonia Valles de Anáhuac, en donde sus padres tenían frecuentes discusiones relacionadas tal vez por la falta de ingresos, por lo que un día, dice Ángel, su padre decidió llevarlo a este lugar, “porque me quedaba solo en la casa y porque mu papá trabaja…pero no tengo mamá”, explica con tono de evidente tristeza mientras sus ojos amenazan soltar unas lágrimas por el triste recuerdo.
Pero luego arremete con un cruel recuerdo: “(Mi mamá) no me cuidaba, y se fue de la casa, pero mi papá hizo una carta de separación”, comenta con tristeza tras reiterar que su papá trabaja todo el día y no puede atenderlos, por lo que decidió acudir a este lugar para que sea atendido.
Los recuerdos parecen acumularse en su cabecita, la que agacha mirando al piso, como para evadir la mirada de reportero y el flash de la cámara, pero luego una ligera sonrisa invade su rostro al recordar los momentos que pasa en este refugio y en la escuela con sus compañeros de estudio y de juego.
Pero no todo es soledad para Ángel, ya que su padre hace lo posible por visitarlo cuando sale de su trabajo, ya que su mamá nunca lo ha visitado desde que se fue de su casa, y debido a la pobreza en la que ha vivido, su sueño para cuando sea adulto es ser empresario, tener una gran empresa con muchos empleados a quienes les dará un buen salario para que nunca abandonen a sus hijos.
“Quiero ser empresario para que mi papá pueda tener una casa muy grande con muchos juguetes”, explica con entusiasmo mientras espera que su padre acuda por él para pasar juntos la Nochebuena y la Navidad, y volver a soñar lo que todo niños sueña cuando se carece de los más importante para todo niños: El cariño de sus padres.
Pero Ángel no está solo, en esta entrevista lo acompañan Brayan, de 6 años; Diego, de 6 años: Manuel, de 10 años, y Rebeca de 16 años de edad, quienes pasarán la Nochebuena en compañía de sus padres en sus respectivas casas, hasta el 7 de enero, cuando retornen a este refugio para retomar sus actividades diarias.