Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En el Ejército de Salvación, un organismo altruista dedicado a rescatar niños de hogares disfuncionales por diferentes motivos, atiende a 33 niños, cada uno con una historia trágica a pesar de sus escasos años de vida, según comenta la directora y capitana del lugar, Maritza Chávez.
Cada niño es una historia diferente, pero todos tienen en común el haber sido víctimas de maltrato, de abandono o de indiferencia de sus padres, quienes se encuentran presos, muertos, desaparecidos, o simplemente no tienen los cursos para atenderlos.
“Unos hermanitos estaban en otro Estado con la familia de su papá, y su mamá fue por ellos porque le dijeron que los estaban maltratando. Los trajo a Nuevo Laredo, pero como vivía sola y con otros hijos, los trajo aquí, pero eran muy violentos y estaban a la ofensiva porque estaban muy golpeados”, comentó.
Dijo que algunos de los menores que han sido golpeados, llegan con serios traumas psicológicos, debido a que nunca han recibido muestras de cariño de sus padres, o porque siempre vivieron en las calles porque sus padres fueron delincuentes o los mataron.
Por ello es que, de acuerdo a la directora de este lugar, cuando ingresan al Ejército de Salvación, llegan muy a la ofensiva, porque piensan que allí es un reclusorio en donde también los van a golpear.
“Cuando llegan niños como ellos, vienen con otra mentalidad muy diferente a las de los niños que tienen una familia normal, porque ellos quieren ser delincuentes y narcos, ya que en ese ambiente han vivido siempre, Pero aquí, luego de algunos años ya cambian su actitud porque van a la escuela, interactúan con los demás niños y tienen el apoyo de psicólogas que nos apoyan con ellos”, explicó.
Ante esta atención que se les brinda en este lugar, el avance escolar es notorio, por lo que todos estudian y todos terminan su primaria y su secundaria con buenas calificaciones, lo que se refleja en un cambio de actitud al dejar de ser violentos y groseros.
Como este son muchos los casos de niños que guardan historias de violencia, maltrato y de abandono, pero en el Ejército de Salvación se convierten en personas de bien, y de allí han surgido jóvenes con talento que terminaron la universidad.