El Inquisidor
Luis Armando Vargas
La oposición en México no aprende, es de bajo nivel, a pesar de la derrota estrepitosa sufrida en la elección pasada 2 a 1, con pésima candidata en la persona de Xochitl Gálvez, sus métodos de hacer política son bastante errados, es oponerse a todo per se, no se dan cuenta de que su error es el aliarse al gran capital defendiendo lo indefendible.
Considerando al ciudadano mexicano como un menor de edad, por lo tanto no cuenta mas como generador de votos, aún piensan que con dinero o coacción se puede obligar a ladear una elección a su favor. No superan que su esquema de hacer política y engañar al ciudadano ya feneció.
Cambiaron los instrumentos de hacer política al nacer las redes sociales y el avance de la cibernética, el período de sojuzgamiento del poder político y económico a favor del neoliberalismo 1982-2016 acabó con la asunción de AMLO. Aún recordamos como las vacas sagradas del periodismo se partidizaron y trabajaron para la oposición, generando mentiras y engaño para desacreditar cualquier acción de gobierno, haciendo el ridículo y perdieron credibilidad, al grado de ser desechados por sus propias empresas por bajo rating.
Lo peor, el poder judicial perdió su esencia imparcial y paso a formar parte de la lucha por el poder abiertamente en defensa de la oposición, a ello se le sumaron los organismos constitucionales autónomos, amparándose para bloquear las reformas constitucionales para nacionalizar los recursos naturales de la nación y favorecer a los extranjeros en aras de la libre competencia.
Lo que no les queda claro es que su función como partidos políticos es apoyar al pueblo de México y a la nación para crecer y generar políticas sociales que generen bienestar ciudadano. Cero propuestas, nada de contenido en sus participaciones, discursos gastados enfocados a denostar a sus contrapartes en el poder.
Repiten incansablemente discursos previamente prefabricados por sus dirigencias, los cuales bajan a todos sus comités estatales y municipales para su replica en las entidades federativas, de por si las dirigentes nacionales son bastante malos, en los estados y los municipios los políticos en su generalidad son de baja estatura política y generan réplicas aún peores.
La idea equivocada es que, manteniéndose constantemente en el escándalo, a través de la crítica per se o la diatriba los mantendrá en el ánimo de los electores, pero es al revés se desacreditan más.
Lo sucedido a la presidenta de México donde se le acusa de ser narcopolítica, no tiene ningún fundamento legal, denostar su trabajo en favor de México, llamarle encargada del gobierno, como si ella fuera empleada del poder tras el trono, no tiene nombre, estamos en días aciagos, donde nuestra nación está en peligro económico y nuestra soberanía amenazada por el detentador del gran garrote.
En Nuevo Laredo sucede algo similar, la presidenta Carmen Lilia Canturosas Villarreal, ha recibido ataques en su persona, es un ejemplo de la bajeza y poca estatura política de los políticos locales, que han emprendido un campaña deleznable producto de mentes perversas de poca monta intelectual.
No hay propuestas que apoyen el trabajo de la presidenta, la ciudadanía tiene problemas fuertes con el transporte y movilidad, agua y drenaje, carencia de espacios públicos, los políticos opositores incrustados en el cabildo reciben un generoso sueldo producto de los impuestos del ciudadano, pero no funcionan, sólo cobran y despotrican sin aportar nada nuevo.
La oposición e-dorra tiene la culpa de su fracaso, está desmembrada, desarticulada, ¿que no? Nada más observen al PRI que su líder Benjamín García Marín, tiene secuestrada la CNOP desde el 6 de noviembre de 2014, hace 11 años sin hacer trabajo político, el mismo PRI es un membrete de cartón, que ya no tiene militancia y sólo sirve para ofertar regidurías y plurinominales que les brinda su membrecía, del PAN ni hablar el chiste se cuenta solo.