Los nuevos letreros deberán ser instalados en las próximas semanas en algunos tramos de las autopistas estatales 87 y 347, la U.S. 69 y la Interestatal 10.
La medida es parte de una iniciativa a nivel estatal para reducir el número de choques graves y fatales.
Desde el año 2000, más de 83,000 personas han muerto en accidentes automovilísticos en Texas.
A nivel estatal, el departamento aumentará el ancho de las líneas del pavimento de 4 a 6 pulgadas para mejorar su visibilidad, construirá más rodeos en las intersecciones, e instalará separadores de línea central más grandes y marcadores luminosos de pavimento elevados para alertar a los conductores que crucen la línea central.
En Texas se encuentra el límite de velocidad más alto que hay en el país, 85 mph en un tramo de 41 millas de State Highway 130 entre State Highway 45 en Austin y la I-10 en Seguin.
De momento no se tuvieron disponibles cifras de accidentes serios y mortales en las autopistas que tienen nuevos límites de velocidad, pero en el condado de Jefferson, en el sureste de Texas, se registraron 6,360 choques y 47 muertes en 2022, según datos del departamento de transporte.
En el condado de Orange, también en el sureste de Texas, ocurrieron 1,640 choques y 20 muertes.
En comparación, en el condado de Dallas —que tiene aproximadamente 10 veces la población de Jefferson y 30 veces la de Orange— tuvo 54,919 choques y 355 muertes en el mismo periodo.