Un día después del primer debate presidencial en México, expertos coinciden en que, pese al desempeño de Anaya durante el debate, López Obrador permanece a la cabeza en las encuestas.
El candidato de la coalición “Todos por México” a la Presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña, rechazó que las alusiones que hizo sobre Nestora Salgado, candidata de Morena al Senado de la República, sean difamaciones pues, aseguró, se basó en los testimonios de quienes la acusaron de secuestro.
CIUDAD DE MÉXICO.-Entre descalificaciones, acusaciones de corrupción, respuestas escuetas y hasta propuestas inverosímiles, transcurrió el primer debate entre los candidatos a la presidencia de México, en el que resaltaron, principalmente, dos personajes: el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, por ser el puntero en las encuestas y blanco del ataque de todos los candidatos; y el opositor derechista Ricardo Anaya, por su actitud combativa contra sus contendientes.
Sin embargo, casi un día después del encuentro, ¿cuál es el sabor de boca con el que los ciudadanos se quedaron? A juicio de los expertos, ¿hubo algún ganador en el debate? ¿Cuáles son los detalles que necesitan corregirse para el próximo debate?
AMLO o Anaya: ¿Quién ganó?
De acuerdo con Sebastián Garrido, politólogo y coordinador de la Unidad Ciencia de Datos del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE, al analizar el debate en términos de propuestas, argumentación y respuestas críticas, el candidato que estuvo mejor preparado fue Ricardo Anaya, de la coalición Por México al frente.
“Tenía una respuesta para cada crítica y tenía críticas para todos. Además, su discurso estuvo acompañado con propuestas”.
Por el contrario, señala que a Andrés Manuel López Obrador, se le vio un tanto cansado y significó mucho que no haya respondido muchas de las críticas que le hicieron sus contrincantes. Garrido asegura que esa actitud puede ser parte de una estrategia que tiene para no entrar en discusión, pero puede que le afecte en las próximas encuestas.
Para Salvador Mora Velázquez, académico de la facultad de ciencias políticas y sociales UNAM, López Obrador falló en la estrategia de quedarse callado ante los ataques, por lo que perdió la oportunidad de confirmarse como un puntero inatacable. Por su parte, Anaya tenía que arriesgarse a atacar para ganar una imagen positiva, y pese a que también le hicieron serias, fue fácil para él deslindarse.
“Es un político que ocupó bien la posibilidad que le mostraba el debate. Pero resaltó más por lo que dejaron de hacer sus contendientes como José Antonio Meade estuvo nervioso, en momentos hasta confundiendo los apellidos de la exlideresa Elba Esther Gordillo”, dijo.
Una encuesta telefónica a 245 ciudadanos, publicada por el diario Reforma, registró que Anaya había ganado el debate con el 36%, y AMLO tenía el segundo lugar con el 34% de las preferencias.
Los encuestadores dicen que los sondeos telefónicos “ad hoc” deben tratarse con cautela. La buena percepción de Anaya estuvo en línea con las opiniones de muchos analistas sobre el debate.
No obstante, de acuerdo con las proyecciones de los dos analistas, sería probable que en las próximas encuestas, López Obrador mantenga su liderato y Ricardo Anaya acorte la brecha que existe entre ambos, que en algún punto llegó a ser de alrededor de 20 puntos porcentuales.
¿Qué ganaron los ciudadanos con el debate?
La tarde del lunes, el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova informó que el debate presidencial rompió un récord de audiencia al ser sintonizado por 11.4 millones de personas, es decir, el 40% de los televidentes.
Esto quiere decir que una de cada tres personas que encendieron su televisor, sintonizaron la transmisión del debate.
Ante este resultado, Salvador Mora señala que hay una población creciente que se interesa cada vez más en el proceso electoral y se trata de una contienda que está convocando a núcleos de población que anteriormente no estaban interesados.
Uno de los factores que pudo haber influido, asegura, es el nuevo formato del debate que se anunció; sin embargo, aún faltan estrategias para obligar al candidato a que se sujete a la demanda de un ciudadano que requiere de información para que le permita una decisión informada.
El próximo debate se celebrará el 20 de mayo en la ciudad fronteriza de Tijuana, con el título “México en el mundo”, y el último, “Economía y desarrollo”, se desarrollará en Mérida el 12 de junio.