–Calor extremo asola los 16 ejidos–
Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La sequía comienza a hacer estragos entre los productores de los 16 ejidos de esta frontera, por lo que la instalación de papalotes y pozos profundos es una alternativa para combatir la falta de agua; costaría a cada productor 160 mil pesos extraerla a 150 metros de profundidad, la encuentran…,pero es salada, mencionó Alejandro López Robles, presidente del Comité Campesino Municipal (CCM).
Dijo que instalar un papalote y construir un pozo costaría a cada productor 160 mil pesos, “y es algo que nos sale muy caro, pero si tienes 20 vacas vale la pena, pero a reserva de que salga agua dulce, por lo que no nos animamos a hacer un pozo”, explicó el campesino.
Solo los ejidos cercanos a ciudad Anáhuac, en el norte de Nuevo León, son los que tienen posibilidades de tener agua dulce en los pozos, como el ejido Escalerillas en donde hay tres papalotes, así como el ejido Vicente Guerrero en donde el agua dulce se detectó a solo 75 metros de profundidad.
Más al norte, en los ejidos Miguel Alemán, Altos Amarillo, San Francisco y La Cruz, hay perforaciones a 150 metros de profundidad, pero el agua es salada y se cancelaron, por lo que la inversión se perdió…, y no hay agua, lamenta el productor.
“La situación ya es seria por el calor que se avecina, por lo que confiamos en que llueva de manera abundante”, dice con esperanza el dirigente campesino.
Y es que el calor ya es extremo y por encima de los 45 grados, por lo que la sequía ya se les vino encima a los productores de todos los ejidos, porque son muchas semanas sin que llueva en abundancia como antes ocurría en esta temporada de huracanes.
En riesgo el ganado por la sequía
Ahora las cosas han cambiado porque en vez de caer agua al campo le llueve fuego y seca los agostaderos y las presas ejidales, situación que pone en riesgo la vida del ganado.
“Nosotros los del sector social tenemos pocos animales, pero hay algunos que tienen hasta 20, por lo que se tiene que acarrear agua para alimentarlos” explica este campesino con preocupación, ya
que cada animal requiere de al menos 100 litros diarios de agua para beber, lo que implica el acarreo de dos mil litros cada día para un propietario de 20 vacas, aparte el agua para el consumo de las personas y del resto de animales.
Pero el acarreo de agua a los ranchos implica inversión monetaria, ya que además se tiene que comprar pacas de alimento, y una alimenta a dos vacas, “y esto nos sale ya bastante caro, aunque aún nos favorece la presencia de nopal para chamuscar y darlo de alimento al ganado, pero quienes no tienen para comprar, pues se van a la pastura de la pradera”, explica.
Pese a las altas temperaturas, la sequía y la ausencia de lluvia, dice este productor que no tiene conocimiento de que haya muerto ganado, aunque no descarta la posibilidad, ya que hay agua solo para un par de meses.
“Comenzaremos a acarrear, pero el gran problema es que ya no hay interés por instalar los papalotes y los pozo profundos, los que dan buenos resultados”, explicó.