Tendencias
Oscar Contreras
En el sexenio de la 4T, el presidente Andrés Manuel López Obrador se la ha pasado mintiendo, acusando sin pruebas y dictando juicios sumarios contra los que opinan diferente a sus ideas de la supuesta izquierda que promueve.
Le gusta generar problemas donde no los hay y provocar arguendes con chismes, comentarios y rumores. Su vocación por alentar conflictos, como parte de su personalidad, ha tenido tanto éxito que millones de mexicanos aún le creen, pero como bien dicen por ahí… “más pronto cae un hablador que un cojo” y eso es lo que está sucediendo al final de su sexenio.
Sin embargo, en Tamaulipas no acaban de entender que, con las sospechas, los arguendes y los supuestos no se puede gobernar y es necesario actuar en base a hecho concretos antes de actuar o emitir una opinión, comentario o dar una respuesta.
La decisión de un Juez de Distrito puede determinar que el INE no le otorgue la candidatura a un procesado por la justicia, pero mientras no sea procesado, si un Juez le obsequia un amparo ante la falta de elementos en su contra o la existencia de una sentencia, el INE tendrá que aprobar su candidatura.
De esta manera, pero con otras palabras técnicas jurídicas es lo que establece la ley, pero si el gobernador, su consejera jurídica y la diputada Úrsula Salazar no lo entienden, entonces, lo que deben de hacer es organizar un curso de derecho constitucional, derecho romano y electoral.
Tienen los medios y el personal a su cargo que les pueden ofrecer una barnizada sobre esos derechos o en su caso que los especialistas de la UAT lo hagan, creemos que con eso sería más que suficiente para que conozcan un poco las bases del derecho, los límites de la autoridad y en especial, lo que al INE y el Tribunal Electoral le corresponde hacer.
Por cierto, si el Juez de Distrito ya los tiene “atarantados” por los amparos que le concede al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y creen o dudan que la actuación del Juez no es la que le corresponde a un profesional de la justicia, a un hombre de carrera en el sistema judicial, está fácil, no especulen con la realidad y repórtenlo a la Judicatura Federal.
Es la instancia donde lo pueden sancionar, ya que lo investigarán y sí está cometiendo algún ilícito o tiene una irregular actuación en sus decisiones al otorgar un amparo, con toda seguridad lo cambiarán o lo despedirán por ser deshonesto en sus decisiones.
No es necesario que hagan una campaña mediática con el tema del amparo al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, porque se ven hasta mal, demuestran ignorancia y los ciudadanos se decepcionan de sus autoridades en el estado, porque se equivocan en litigar mediáticamente en los medios de comunicación como lo es un amparo.
En fin, la candidata Claudia Sheiumban ante una serie de señalamientos y acusaciones contra los hijos de López Obrador le contesto a Xóchitl Gálvez de manera muy simple “si tienes pruebas, denuncia.” Y eso es lo que debe hacer el gobierno de Tamaulipas para que no se sigan quejando del Poder Judicial y sus integrantes.
¡Ah! Sí no lo quieren hacer, pues son tantas las equivocaciones que tiene la consejera jurídica del gobernador que ya existen sospechas, estas sí bien fundamentadas con hechos, porque cada que acusa o inicia alguna acción legal contra Cabeza o sus colaboradores siempre las pierde.
No hay una que haya ganado y después de tanto fracaso, esto empieza a generar dudas sobre su lealtad por lo que esperamos que un Colibrí le hable al oído al gobernador Américo Villarreal Anaya porque al parecer no ve lo que está sucediendo y muchas veces la traición esta donde menos uno lo piensa…
Por cierto, hoy en el Consejo General del INE es posible que rechacen la candidatura de Cabeza, pero no festejen, porque será de puro trámite, eso ya está previsto y por supuesto que será diputado federal, aunque no lo quieran.
Lo cual será muy grave para el PAN en Tamaulipas, pero eso es otro asunto del que luego hablaremos con más detalles, porque su cacicazgo en Acción Nacional es un retroceso para la democracia, la vida pública y ética política. Ni más ni menos.