–Pero elevó el nivel del Bravo–
Gastón Monge
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Aunque lo fuerte de la tormenta no cayó sobre Nuevo Laredo, las mediciones de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) indican que fueron 51 milímetros de precipitación pluvial durante la madrugada de este jueves, informó el comisionado para Nuevo Laredo de este organismo, Ramón Meza González.
Dicha cantidad de agua, de acuerdo al funcionario, es suficiente para paliar los efectos de una sequía que ya era recurrente entre agricultores y ganaderos de la región.
Sin embargo, dijo que no es suficiente aún para que las presas La Amistad y Falcón recuperar los niveles normales para el abasto de líquido a las poblaciones colindantes con el río Bravo, ya que hasta la mañana de este jueves sus niveles continuaban en 19% y 9% respectivamente.
Dijo Meza que de acuerdo a datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) las lluvias continuarán en la región al menos hasta el sábado, y sobre los niveles de las presas, mencionó que estas tormentas tendrá efectos positivos en el almacenamiento de ambos vasos lacustres ubicados sobre el río Bravo.
El funcionario tuvo comunicación con la Coordinación de Control de Avenidas para determinar los efectos de esta tormenta que no fue tan fuerte como se había pronosticado, aunque la cantidad de agua que cayó sobre la ciudad fue mucha y de un efecto muy positivo para la región y para la presa Falcón, ubicada en entre los municipios de Guerrero y Miguel Alemán.
En cuanto al nivel que presenta este día el río Bravo, dijo Meza que durante la madrugada subió de 70 centímetros que tenía antes de la tormenta, a 1.13 metros, y que durante mañana se había mantenido en 90 centímetros.
“Estamos al pendiente de las lluvias y de sus efectos en los niveles de las presas para los próximos días”, dijo el funcionario.